Aunque me cuentes el final

07/02/2018
 Actualizado a 19/09/2019
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No le robó ni un gramo de magia a la película Titanic saber el final, pues no pasó nada sorprendente y como todos los que fueron al cine sospechaban, el barco se acabó hundiendo y murieron muchos y la orquesta siguió tocando mientras se hundía el barco a pesar de que aquel fatídico día tenían descanso.

A pesar de que no hubo sorpresas ni nada inesperado recuerdo escuchar cómo muchos asistentes ahogaban sus llantos en pañuelos de tela y se limpiaban las lágrimas, pese a que Revuelta me insiste en que la película buena buena de medios de transporte es el tren futurista de 2046, del gran Wong Kar-wai, en la que lloré, pero por las 300 pesetas que costaría entonces la entrada.

¿A qué viene ahora el Titanic yWong Kar-wai? Pues a que da lo mismo que sepas el final, ya sea que el Titanic se hunde o que 2046 es una película de culto, porque lo importante es el camino hacia ese final. La resolución de esta imagen de Mauri es que las manos se juntan y aprietan, se ayudan, caminan juntas, porque siempre ocurre, porque aunque fueran manos de escayola una niña inquieta siempre sabe que jamás la dejará caer una mano de madre, de mujer. Sabe que, aunque fuera de escayola, encontrará lo que buscaba, donde agarrarse y el calor de una mano amiga, aunque fuera de escayola.

Por eso no importa que ya sepas que se hunde el Titanic, llorarás.

Por esono importa que ya sepas que una película china igual no la entiendes hasta el 2046, alucinarás.

Por eso da igual que ya sepas lo que va a ocurrir conunas manos así, celebrarás que el final sea que se unen y se aprietan, esa es su magia.
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