Aún quedan leoneses

Si este fin de semana se dan un paseo por León posiblemente no sean capaces de encontrar hueco en los bares del Húmedo o el Romántico. Si esperan una visita de fuera, imagino que le habrán hecho ya hueco en el sofá a sus invitados, porque los hoteles rozarán el lleno.

El fin de semana previo al Carnaval y esos dos días extra de vacaciones para los escolares han llevado a que León viva este fin de semana un overbooking de eventos deportivos con los más pequeños como protagonistas que hará que miles de personas de las provincias cercanas visiten la ciudad.

Tiene claro el Ayuntamiento de León y su Concejalía de Deportes que su apuesta para organizar eventos pasa por apoyar las concentraciones deportivas de base, con el acertado punto de que eso supone que no solo vengan a la ciudad los protagonistas, sino también sus familias, multiplicando una cifra de visitantes que seguramente no tengan los eventos deportivos de tamaño medio.

Sin embargo, debe tener cuidado el consistorio en equilibrar la apuesta con ese tipo de torneos que sirvan también para que los leoneses puedan disfrutar del deporte de élite que de momento no le pueden ofrecer sus equipos. Curiosamente la única apuesta de ese tipo que ha hecho el Ayuntamiento es el de una Copa Asobal que, por sus características, no apunta a traer a demasiado visitante y además para el aficionado local no supone una gran atracción por una pura cuestión de repetición y por poder ver a los equipos participantes cada año en la ciudad.

Este fin de semana tiene lugar en Badalona un evento en el que bien se puede fijar León para seguir creciendo. En lo que la Cultural trata de devolver la élite de la canasta al Palacio y reforma del mismo mediante, que la ciudad volviese a acoger una Copa del Rey sería un tremendo éxito que agotaría localidades tanto por lo atractivo de la propuesta para el leonés como para el seguidor de una competición con mucho tirón.

Da a veces la sensación de que los que mandan quieren una ciudad solo para los que nos visitan, pero contra todo pronóstico aún queda algún leonés en León y, especialmente a las puertas de unas elecciones, merece la pena pensar en ellos.