Aún hay esperanza

Llevo una semana pensando sobre el asunto a tratar, tuve una columna medio terminada sobre la pérdida del sumario del caso Bárcenas. El tema era recurrente y daba lugar a la chanza. Como al final lo reconstruyeron con un poco de aquí y un tanto de allá, llegué a la conclusión de que la trama estaba amortizada. En cualquier caso, le iba a proponer al juez que fuera a buscarlo a Baqueira, quizás el legajo no soportaba tanta presión mediática y decidió ir con Bárcenas de vacaciones.

Después me pasó algo parecido con el caso Monedero. Primero la colosal nevada hizo que quedara en un segundo plano. Más tarde pensé que su esperpéntica rueda de prensa quedaba bastante lejos. Por lo tanto, buscaba un asunto candente y que fuera decisivo para el devenir de nuestro país. Y hete aquí que lo encontré donde nunca lo hubiera creído. Llevaba tiempo pensando que España no tenía esperanza, al mangoneo que presenciamos a diario había que sumarle datos demoledores, todos ellos relacionados con Belén Esteban.

‘La princesa del pueblo’ arrasó con su libro durante las Navidades de 2013, alcanzando los 100.000 ejemplares en menos de un mes. Antes, en 2010, se dijo que si se presentara a la Presidencia del Gobierno en unas elecciones generales obtendría un 7.9% de los votos. El acabose llegó cuando leí que se había agotado el pijama de leopardo que llevaba en la casa de Gran Hermano VIP. Para más inri, la prenda era más fea que el hambre.

Enredando por la red me enteré de que había sido nominada para ser expulsada del programa durante la gala que se celebrará mañana. ‘La princesa’ parece estar cerca de perder su ‘trono’, aunque ha realizado una afirmación que evidencia la fe que tiene en sí misma: «te digo que me voy si lo pido, si no, no me voy». Ahí lo llevas.

Parece que el personal se ha cansado de su ignorancia y de su soez y vulgar comportamiento. Que hasta el día de hoy, dicho sea de paso, habían sido todos sus méritos.

El viernes me levantaré sabiendo si hay porvenir o, si como decía Terminator, «no hay esperanza para la raza humana», al menos para la española. Se admiten apuestas.