Atopinó el Mercedes

Cuando veía Sidoro que empezaban a levantar la tapa del maletero con la matrícula de la O para meter las bolsas y cruzar el Pajares «p’al otro lao» decía el ilustre cantinero: «Ya están haciendo el nido los gorriones», que viene a ser lo mismo que la semana que viene ya nos quedamos solos los pardales, otra vez, un año más maliciamos que tampoco va a ser el de la recuperación de la ruralidad, que vinieron a secar, secaron y para espalar la nieve ahí os quedáis los que tenéis en la carbonera una pala de las de verdad, una Nacional del 8, que aparta la nieve como la madre que la parió. También os digo una cosa, la Bellota para lo de espalar también hace avío, pero hay más de la Nacional, yo que sé si quedaron en el almacén de cuando aquello o quisió...

Que cuando la pala es buena hasta sirve de libro de historia, que ya lo decía el maestro Pereira: «Yo supe que había estallado la guerra cuando vi a mi padre que abrió el bote de pintura amarilla e iba pintando de amarillo la raya morada de la bandera que tenían en el mango de la pala.

Cuando la pala es buena vale para todo, así no te pasa a como a Mediagorra, que subía a las tres de la mañana del piruleo de los sábados y en el medio de las Hoces de Vegacervera se encontró con un Mercedes atravesado, que creyó que «el su coche» hacía lo que le habían dicho en elconcesionario para vendérselo y no era verdad, y atopinó.

- ¿Y ahora qué hacemos?

- Pues espalar compañero ¿Tienes pala?

- Sí, me compré una, como venía para la montaña.

Y sacó del maletero una de esas de juguete, del Continente, que se montan y desmontan... La cogió Mediagorra, metió un hostiazo al montículo de nieve hecha hielo y la pala se dobló como si fuera la tapa de una lata de sardinas. La cogió Mediagorra y para el río que la aventó: «No me jodas. Gastas 50.000 euros en el coche y vas a ahorrar 4 euros en la pala. Hasta luego».

- Usted está loco.

- Sí señor. Y usté como una puta regadera, se lo digo yo.