Una de las cosas que más le reprochaba la grada a la Cultural de Rubén de la Barrera era la excesiva intención de buscar el gol combinando siempre hasta prácticamente la línea de gol rival, una crítica que había heredado también el equipo del que Víctor Cea se hizo cargo este verano. Dicen que quien no lo intenta no lo consigue y ayer, por fin, la el equipo leonés creyó en que es posible anotar desde fuera del área.Porque a ‘trallón’ claro que vale y dos golazos desde más allá del arco de Ortiz y Señé permitieron a la Cultural remontar un partido que se puso muy pronto en contra como si de un ‘déjà vu’ se tratara para sumar tres puntos que le dan mucha vida a los leoneses.
Un partido en el que el equipo demuestra que, con actitud, la experiencia y la calidad están más que probadas y le permitieron levantar esa losa en forma de gol en los primeros cinco minutos antes del descanso, para después saber gestionar la ventaja como un equipo veterano impidiendo, más allá de algún desliz, el empate de los locales.
Tuvo el triunfo varios protagonistas comenzando por los dos goleadores, pero hubo un nombre que brilló sin anotar demostrando que está llamado a ser importante en la presente temporada. Porque Víctor Cea daba la alternativa de inicio a un Eneko Capilla que respondía siendo esa pieza que le venía faltando a la Cultural en los últimos partidos. Jugó e hizo jugar, aumentando el cauce de juego ofensivo de un equipo que de una vez por todas supo traducir el dominio en ocasiones.
Fue él una de las pocas novedades respecto al partido de Copa. José Alonso y Yeray regresaban al once con el objetivo de terminar de sellar las heridas que dejaron las dos últimas derrotas ligueras.
Pero pareció volverle a sentar mal a la Cultural lo tempranero del inicio. Le costó mucho arrancar a los leoneses tal y como ocurrió ante Las Palmas Atlético y los locales no dudaron en aprovecharlo. Un error en una cesión a Palatsí de Saúl a punto estuvo de aprovecharlo Pinchi en la primera acción del partido para hacer el 1-0, pero su disparo se marchó desviado.
Sin embargo, prácticamente en la siguiente jugada un córner forzado por el Atlético de Madrid se convirtió en el primer gol del partido al adelantarse SamuAraújo a toda la zaga culturalista y rematar el centro de Joaquín al fondo de la portería culturalista.
Un mazazo que traía viejos fantasmas a la cabeza del equipo y a la del más de un centenar de aficionados que lo acompañaban en la Ciudad Deportiva Wanda. Pero no quiso volver a tropezar en la misma piedra el equipo leonés, que supo quitarse de encima el empuje tras el gol de los colchoneros para poco a poco ir estirándose y encontrándose cómodo sobre el terreno de juego.
Capilla, que inició en banda, pasó al centro y ahí actuó de conexión con Señé, jugando de nuevo por detrás. Un par de disparos de Ortiz y Hugo Rodríguez supusieron las tímidas primeras ocasiones de una Cultural que recibió otro golpe en forma de lesión. Uno de los jugadores sin recambio natural y que había disputado todos los minutos hasta la fecha, Saúl, se echaba la mano a la parte trasera del muslo y se veía obligado a retirarse debutando con la camiseta culturalista Nicho Escalante mandando a José Alonso al lateral.
Entró con demasiadas ganas el mexicano, que comenzó muy mal, pero fue de menos a más y de hecho él mismo inició lo que sería el gol del empate. Robó un balón el central que puso en largo a Jorge Ortiz, quien condujo hasta el pico del área, recortó hacia la derecha ante Solano y con el interior la puso en el palo largo de la portería defendida por Jaume Valens, que si bien pudo hacer más, no logró evitar el tanto del madrileño que regresaba a la que fue su casa la pasada campaña.
Un tanto que le dio mucho aire a la Cultural, que tuvo en los últimos minutos de la primera parte sus mejores. Circuló como busca Víctor Cea ante un Atlético que esperó el contraataque y encontró los espacios el equipo leonés. Una propuesta que dejó resultado cuando el partido ya pensaba en el entretiempo. Una acción en banda entre Aridane y Ortiz sirvió para que éste pusiera el balón atrás y más allá de la frontal del área encontrase a Señé llegando como una locomotora y pegándole con el alma al balón para alojarlo en la escuadra de la portería local para delirio de la afición leonesa.
Un gol de los llamados psicológicos que le quedaba la tarea de gestionar a la Cultural en la segunda mitad, en la que la primera consigna fue no dar alas en la reanudación al filial. Y fue ahí cuando tiró de experiencia y veteranía el conjunto leonés, que firmó un buen inicio tras el descanso donde la seriedad y el oficio serían la receta para aguantar el resultado.
Pudo sentenciar incluso en esos primeros minutos la Cultural, que la tuvo primero con Hugo y después con Aridane hasta en dos ocasiones, la más clara de ellas tras rematar solo demasiado altoen el punto de penalti un córner desde la derecha. No tuvo su día el ariete canario, también muy cargado de minutos y obligado a retirarse del campo con molestias dejando prácticamente los últimos 20 minutos de partido a la Cultural sin una referencia clara arriba.
Sin embargo, el partido estaba mucho más para centrarse en lo que ocurría atrás que adelante buscando la velocidad en banda de Liberto para intentar sentenciar. Estuvo muy bien la zaga leonesa y apenas tuvo un par de despistes que pudieron costarle el empate, pero esta vez también ayudó la suerte. Porque el palo repelió la más clara del filial atlético (con Simeone y el ‘Mono’ Burgos pendientes de lo que ocurría en la grada), un disparo de Joaquín tras una gran acción individual.
Hugo Rodríguez pudo poner el 1-3 pocos minutos después tras una gran acción de Eneko Capilla, pero su disparo se marchaba alto antes de entrar en una recta final en la que la Cultural apenas dejó que se jugara. Supo sufrir hasta el mismo pitido final, con Liberto sacando la última del Atlético in extremis, para logar tres puntos que unidos al pase copero del miércoles atisban otro horizonte en el equipo leonés más allá de por los resultados como es obvio, por las mejores sensaciones que parece desprender un equipo que tendrá una primera reválida el próximo domingo ante un rival de altura como el Castilla de Vinicius.