Atasco burocrático en el cruce de La Granja

El Ministerio de Transportes confirma que el soterramiento de la ronda en este punto está todavía en redacción de proyecto y prevé una inversión de 17,4 millones de euros

Alfonso Martínez
14/11/2021
 Actualizado a 14/11/2021
El Gobierno está redactando un nuevo proyecto para el soterramiento del cruce de La Granja. | SAÚL ARÉN
El Gobierno está redactando un nuevo proyecto para el soterramiento del cruce de La Granja. | SAÚL ARÉN
Ha sido la polémica de los últimos días. La esperada apertura de la tienda de Decathlon en el nuevo parque comercial Reino de León provocó importantes –y esperados– atascos en la ronda este debido a la importante afluencia de vehículos que se apelotonaban en la rotonda del cruce de La Granja.

La foto del embotellamiento no tardó en hacerse viral en las redes sociales y ello dio paso a la controversia política sobre un cruce que debería estar ya soterrado como en su día se hizo en el de Villaobispo, también en la ronda este, o en el de Michaisa, en la N-120.

Pero la construcción de un paso inferior para los cuatro carriles de la circunvalación y de una rotonda en superficie que permitiera la conexión circulatoria con La Granja y La Candamia es uno de esos proyectos sobre los que se ha hablado y se ha discutido mucho sin que se haya hecho prácticamente nada hasta que han llegado unos problemas de tráfico previsibles desde que se anunció en el año 2014 el proyecto del nuevo parque comercial.

El proyecto para soterrar la ronda este en este punto data de 2007, cuando se encargó la redacción del proyecto por un importe 394.024 euros. Se incluía además el diseño de una actuación similar en el cruce del Hospital. En junio de 2009 el proyecto estaba listo, pero no se aprobó hasta 2010 y el Gobierno de Zapatero lo guardó en el cajón en lugar de licitar las obras para su ejecución.

Llegó el cambio de color en el Gobierno de España de la mano de Rajoy sin que en tres años hubiese noticia alguna sobre el soterramiento de los cruces de la ronda este. El PP ha asumido ahora su error y lo ha achacado a la «miseria» que dejaron sus antecesores, pero lo cierto es que el entonces llamado Ministerio de Fomento ordenó en noviembre de 2014 archivar el expediente e impulsar las rotondas en superficie que vemos en la actualidad con una inversión de 1,4 millones de euros.

Se apostaba por tanto por acometer una solución similar a la diseñada para el cruce de Carrefour con el fin de enlazar sin semáforos la ronda sur con la este y se descartaba seguir la estela de Villaobispo o de Michaisa.

La renuncia al proyecto ya provocó entonces un intenso debate político en el que se acusó al entonces alcalde de la capital, Emilio Gutiérrez, a plegarse a los recortes del Gobierno, aunque lo cierto es que los problemas de tráfico no fueron importantes hasta que comenzó el desarrollo del sector urbanístico denominad ‘La Serna-La Granja’, que ha culminado con la apertura del nuevo parque comercial.

Pero ni en los últimos años de la etapa de Rajoy ni en los más de tres años que lleva Sánchez en el Gobierno se movió ni un solo papel que permitiera retomar el proyecto inicial ante la nueva configuración urbanística de la zona, que hacía previsibles los atascos que se están produciendo en la actualidad.

Y eso que el alcalde de León, José Antonio Diez, anunció en enero del pasado año que el soterramiento del cruce de La Granja se acometería mediante un proyecto de urgencia que estaría ejecutado en un año y medio, es decir, cuando el parque comercial comenzase a funcionar.

El Gobierno nunca llegó a impulsar la actuación y sumó un nuevo capítulo a la historia de incumplimientos que sobre este proyecto han escrito a cuatro manos el PSOE y el PP por mucho que se echen la culpa entre ambos.

Ahora, las fuentes del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana consultadas por este periódico explican que el paso inferior en el nudo viario de La Granja en la ronda este se encuentra actualmente «en fase de redacción del proyecto» después de que se archivase el impulsado en 2007. El próximo hito será la aprobación provisional del mismo y de su declaración de impacto ambiental antes de someter el trazado a información pública.

Posteriormente, será el momento de estudiar las alegaciones que puedan presentarse y de desestimarlas o incluirlas en el proyecto antes de su aprobación definitiva. Luego solo faltará que exista consignación presupuestaria para sacar a licitación la ejecución de las obras, abrir un periodo para la presentación de ofertas, evaluarlas, adjudicarlas y firmar el contrato con la constructora que se encargue de un proyecto para el que se estima una inversión de 17,4 millones de euros. No hay plazos oficiales fijados para que esto sea una realidad, pero no serán inferiores a un año y medio de tramitación burocrática y dos de obras.
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