12/11/2021
 Actualizado a 12/11/2021
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Me decía hace un par de semanas un buen amigo de Oseja de Sajambre, en relación a la ‘Ley del lobo’ por la que se le protege y prohíbe su caza, que llevaban un tiempo sin ataques al ganado hasta que un día, el mastín que cuidaba a unas vacas y a unos terneros, se indispuso y hubo que dejar una noche al ganado sin su particular ‘guarda de seguridad’. Esa misma noche, los lobos, que sin duda estaban desde hacía tiempo al acecho, mataron a una vaca y a su ternero.

Parecía como si el lobo hubiese estado pacientemente esperando una debilidad del mastín para ejecutar su plan y al ver esa oportunidad, ante su ausencia, no esperó ni un solo día para desatar su instinto.

Llama la atención que a ciertos políticos se les llene la boca de hablar de la España vaciada y de la despoblación de las zonas rurales mientras que, desde sus amplios despachos en la plaza de San Juan de la Cruz de Madrid, van redactando leyes para intentar diseñar la vida de los ciudadanos del entorno rural desde sus puntos de vista ‘pijiprogre’, sin atender a sus demandas y problemas reales, sin pisar el terreno ni calzar madreñas ni galochas. Algo así como aquella foto de Rodolfo Martín Villa llevado en volandas por dos personas para no mancharse los pies del barro de La Cabrera.

Pues resulta que, aunque no parezca a priori tener mucho que ver, esos mismos ‘pijiprogres’ están elaborando unas modificaciones a la ley de Seguridad Ciudadana, con las que se pretende limitar la operatividad de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, cuestionar su autoridad, fomentar el desorden público y poner en riesgo la integridad de los policías y guardias civiles, esos ‘mastines’ que nos protegen de los lobos.

Con estas modificaciones a dicha ley se pretende, entre otras cosas, que las manifestaciones ‘espontáneas’ no haya que comunicarlas previamente, que a los detenidos en manifestaciones haya que llevarlos de nuevo al lugar de la intervención, los atestados policiales perderán la presunción de veracidad, la policía se tendrá que defender prácticamente con ‘corchopan’, llevar unos porritos y algo de coca será solo una falta leve… entre otras lindezas.

En este caso, como con la ‘ley del lobo’, parece que lo que se busca es criminalizar a los ‘mastines’, sin tener en cuenta que su objetivo es nuestra protección y garantizar nuestra libertad dentro del marco legal que nos hemos impuesto, mientras intentan hacer pasar por buenos a los ‘lobos’, la delincuencia y la algarada.

Cabe pensar que, desde el Gobierno, se estén adelantando a los acontecimientos y quieran dejar todo listo para cuando vuelvan a la oposición, quemar las calles impunemente, en ese caso sí, por el paro, la crisis económica, la subida de la luz, del gas y de las materias primas.

Si atas al mastín, igual lo que pretendes, en el fondo, es que el lobo se coma al ganado.
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