Fuentes de la Catedral consultadas por ABC indicaron que las pintadas se debieron realizar a altas horas de la madrugada y que serán borradas con la máxima celeridad posible, en función de lo que la milenaria piedra permita. Por el momento se desconoce el posible coste económico, aunque existe un precedente cercano en el tiempo - el de una pintada en una escultura de mármol del siglo XII, situada en la fachada de Praterías- cuya limpieza rondó los 12.000 euros. En este caso, la pintada que afecta a la fachada del templo no se ha realizado sobre piedra tallada, pero ocupa una superficie mucho mayor. Se investiga ya la identidad de los autores del ataque vandálico y la policía científica ya se ha personado en el lugar para recabar todos los datos posible a la hora de iniciar las pesquisas.
Tras conocer lo sucedido, el alcalde de la ciudad, Martiño Noriega (Compostela Aberta) indicó que «ninguna reivindicación puede servir de coartada para atentar contra el patrimonio de todas y todos», en clara alusión a los mensajes contra la formación de Santiago Abascal («Gritaremos hasta quedarnos sin Vox») que esta mañana se podían leer a solo unos metros de la céntrica plaza del Obradoiro. Por su parte, Ciudadanos Galicia ha denunciado en sus redes sociales que en su sede central de la Comunidad, en la capital gallega, se ha producido un atentado de iguales características.
Multas de hasta 150.000 euros
A raíz del ataque, el conselleiro de Cultura y Turismo, Román Rodríguez, ha anunciado más vigilancia y multas que oscilarían entre los 6.000 y los 150.000 euros. El responsable ha recordado que Galicia está «haciendo una gran inversión» para mantener este bien patrimonio de la humanidad en perfectas condiciones, máxime por el inminente Xacobeo 2021, y por ello ha indicado que «no podemos estar cada poco tiempo haciendo limpieza de pintadas» que van en contra «en general de lo que es nuestra cultura». Además, Rodríguez ha comentado a la prensa que contactó durante esta jornada con la Delegación del Gobierno en Galicia, con representantes del cabildo y, esta mañana, hará lo propio con el ayuntamiento compostelano gobernado por Martiño Noriega para que este «bien cultural, emocional» disfrute de una mayor seguridad.En caso de que el gobierno local no quiera o no desee ese sistema de vigilancia con cámaras, que iría precedido de un estudio técnico sobre dónde colocarlas, pues se haría cargo del mismo la Xunta, dado que el Obradoiro «es un punto de destino de millones de personas de cientos de países» y hay que evitar, ha proseguido el representante autonómico, «que este tipo de acciones se conviertan en norma».
De la limpieza de las actuales pintadas se hará cargo, ha dicho, la Fundación Catedral, que intentará en el menor templo posible que las paredes y el túnel afectado, el más complicado por el granulado de la piedra, recuperen su estado original.