En la tanda de penaltis se cimentó el mayor éxito de la historia del Astorga, esa histórica remontada ante el Mensajero, que había ganado 4-0 en la ida, que acabó dejando a los ‘verdes’ en una final por el ascenso que se llevaron los maragatos para subir por primera y única vez a Segunda División B.Pero, como si el destino quisiera llevarse lo que en su día le dio, en esta ocasión los 11 metros fueron la condena. También en la penúltima estación hacia una categoría superior, de nuevo en esa Eragudina que tanto aprieta siempre al rival, pero con diferente resultado final cuando un penalti se convirtió en protagonista.
Fue una pena máxima para el sueño del Astorga, puesto que en el tiempo de descuento los maragatos tuvieron la oportunidad de llevar el partido a la prórroga, esa en la que dado el actual formato de competición el empate le hubiese clasificado, con un penalti que intentó transformar Diego Peláez, uno de los ‘supervivientes’ de aquel equipo.
El palo impidió el 1-0 de Javi Amor en los primeros compases y el 0-1 de Pineda instantes antes del gol Un habitual seguro que asumió la responsabilidad, pero vio cómo su disparo, a la derecha del portero y a media altura pero no muy ajustado al palo, era detenido por Alberto, que acababa con las esperanzas del Astorga y metía en la final al Mirandés B, que volvía a sorprender a domicilio como hiciera con la Arandina en la primera ronda y se imponía por 0-1 en La Eragudina.
Acababa siendo decisivo el ‘golazo’, a sólo 11 minutos para el final, de Pineda,que tras una jugada a balón parado que no acertaba a despejar la defensa se sacaba un tremendo disparo que se colaba por la escuadra.
Los mejores minutos en el partido del filial, que apenas cinco minutos antes del gol había estrellado un balón en el palo por medio del propio Pineda, acababan siendo decisivos ante un Astorga al que le vinieron mal las tres semanas de parón sin jugar que le dejaron sin el ritmo con el que había acabado la segunda fase, y para el que aún así podía haber cambiado por completo la historia del partido de no haber impedido la madera que Javi Amor marcara el 1-0 en la primera acción de peligro del choque.
No acertó el extremo y no volvió a haber ocasiones claras para ningún equipo hasta ese tramo final en el que al Astorga le salía cruz, dejando a los de Sagrario en una Tercera RFEF que con la reestructuración de la categoría supone un ‘minidescenso’ al tener más equipos que antes por encima.