carmen-busmayorb.jpg

Assad Nacour, guía sirio

27/10/2017
 Actualizado a 12/09/2019
Guardar
Hubo un tiempo todavía no muy lejano en que yo hablaba de Siria a la medida de la alegría, pero ahora, desde hace seis años, la guerra civil dominante provoca que hable de ella a la medida del espanto y la apetencia de paz. Damasco, en cuyo camino se cayó del caballo Paulo de Tarso, con posterioridad San Pablo, Palmira, Patrimonio de la Humanidad, Hama y Homs con sus norias gigantes, la monumental Alepo, ya no son la belleza ofrecida a mis ojos cuando por vez primera atacaban mis pies unos espolones sin miramiento alguno.

Entonces conocí a Assad Nacour, un guía turístico bien preparado, atento e increíblemente veloz pese a su cojera nada despreciable debida a un accidente de tráfico. Era un guía atractivo, aunque no tanto como el que circula por las páginas de ‘La pasión turca’, novela perteneciente al autor de Charlas con Troylo, Antonio Gala, conjunto de conversaciones donde habla de lo habido y por haber tocante a España y a la humanidad con su perro Troylo la cual fue llevada al cine exitosamente con idéntico título bajo la dirección de Vicente Aranda y con Ana Belén como protagonista.

A mi regreso sirio, tras una bien sana amistad con Assad, lo hice repleta de buenos y bellos recuerdos. Entonces la tierra sometida al ‘dictador’ Bashard al-Asad, por suerte, no sangraba como ahora. Nada supe de Assad durante meses y meses. De ahí que hubo muchas ocasiones que me pregunté con tristeza si la guerra habría terminado con él. Sin embargo un día que no sabría precisar surgió de golpe la alegría. Internet, más concreto Facebook, depositó ante mis ojos su imagen acompañada de un texto en su propio idioma y a continuación traducido. Le contesté rápidamente y rápidamente él hizo lo mismo. Esta semana pasada lo he visto y leído dos veces como siempre en su lengua nativa y a continuación mediante traducción española. Dos veces también le di respuesta.

Me gustaría preguntarle a Assad Nacour muchas cosas sobre su país desde la guerra civil iniciada en 2011, no obstante no me atrevo. Temo que el ‘dictador’ controle todos los medios comunicativos y pueda acarrearle problemas añadidos. No lo sé. Lo desconozco y bien me gustaría que no fuese cierto, bien que la paz «no sólo mejor sino infinitamente más difícil que la guerra», como bien ha predicado George Bernad Shaw triunfase en su destruido, desolado, desesperado país y en esos más de veinte mundiales que también respiran la guerra. Que la paloma con el ramo de olivo presida nuestras vidas. Sea.
Lo más leído