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Aspirante a secretario

16/05/2021
 Actualizado a 16/05/2021
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El tiempo continúa pasando y la presunta relajación de alguno de los pretendientes a presidir el Partido Popular de León no es tal. Siguen detectándose en el subsuelo conspiratorio diversos movimientos sísmicos, variados epicentros y diferentes escalas. El fin de esta chismografía astrosa –que es el ‘arte’ del chismorreo– no es otro que el de derribar al adversario antes de que se produzca la presunta verbena del congreso territorial. Naturalmente, se trata de la estrategia a seguir para que la maquinaria ‘oficial’ siga engrasándose de puertas adentro, porque –lo cuentan con la boca ladeada y sinuosa– todo se solucionará en su momento. O no. Depende de cómo sople el viento. O el vendaval. Se verá.

Al margen de todo ello, hay una cuestión que está solventada en la agenda del ‘equipo’ de Manolo García, el candidato y alcalde de Villaquilambre, a quien han metido en la refriega con calzador. No figuraba en sus planes complicarse la vida. Y hasta era algo lógico y natural, debido a sus circunstancias y ocupaciones privadas. Ahora bien, en el supuesto de que accediera al sillón –es una mera hipótesis– ya le han adjudicado el secretario general, que, como se sabrá, es una orfandad manifiesta en el diagrama de la organización leonesa. Lo mismo que ocurre con la gerencia. Manga por hombro

Y es curioso que el presunto elegido por los que procuran seguir en la burra, sea el portavoz del PP en el Ayuntamiento de Ponferrada, el abogado y papón –también fue mayordomo de su cofradía nazarena– Marco Morala, quien, hace un par de años, cortejó la primera alcaldía del Bierzo. El mismo que, por ‘orden de la superioridad’ descabalgó a Gloria Merayo, la regidora ponferradina durante el cuatrienio 2015-2019, mediante un zambombazo a mano abierta. Se la quitaron de encima sin miramientos. De forma deleznable. Apúntese que fue la última en enterarse de la ‘jugada’, como así lo denunció ella misma en la rueda de prensa que ofreció en su despedida del cargo. Los ‘mangoneantes’ –no confundir con mangantes– habían nombrado a Morala número uno de la candidatura popular sin haber hablado con la todavía alcaldesa. Peor, imposible. Y, cual paradoja envenenada, el pasado mes de abril el propio Morala denunciaba la falta de transparencia en la Casa Consistorial que le acoge, con eso de las titulaciones de la Corporación municipal. Que tiene bemoles hablar de transparencia con unos antecedentes semejantes

Pues este es, a vuela pluma, el perfil mancomunado de los que codician y abogan por que todo siga igual en el partido. Que no se mueva nada ni ‘naide’. Y el que lo haga no saldrá en la foto. Como Merayo. Pero aún les falta la máquina retratadora. Y lo saben. ¡Vaya si lo saben!
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