Aspiración e inspiración

Es propio del leonés, inconformista por naturaleza. Masticaban muchos el sufrido triunfo de la Cultural mientras otros, seguro que más que los que pensamos, mascullaban acerca de la manera de ganar. «No ha sido el mejor partido», decían. Debió saberles a poco tener el balón de una manera abusiva, acorralar a un rival caracterizado por ser protagonista en sus encuentros, llegar a las cercanías del área en un sinfín de ocasiones y terminar ganando por acoso y derribo. Pese a quien le pese, la última victoria es de manual. Dejaron ver los dirigentes en la semana anterior que a este equipo se le debía pedir aún algo más. Aspiran a una propuesta de juego, a ser fieles al Plan Director, la ‘Biblia’. Jugar con la vistosidad pretendida por la cúpula requiere tener futbolistas específicos donde la precisión y la calidad sean la llave para llegar al gol. Juan Ferrando empieza a conseguirlo. Quien sabe si desde la fortaleza y seguridad que aportan tantas victorias. O, tal vez, empiezan a dar resultado tantas sesiones, tantos ejercicios, tanta insistencia en un modelo concreto de juego. Posesión de balón, sincronización en los movimientos, circulación, movilidad (Cristóbal y Villar y el efecto balanza) y llegada por bandas. Con el balón lejos, muy lejos, de tu portería, parte del éxito está asegurado. El resto se llama calidad. También inspiración. No fue la mejor tarde de los jugadores de ataque, de los más creativos, y por ello pasaron los minutos sin grandes sobresaltos, pero la Cultural le había ganado terreno a su ambiciosa idea a la que cada día se encuentra más próxima. Siempre en el Reino de León y no es casualidad. No hay ningún escenario mejor para llevarlo a cabo. Fueron testigos centenares de aficionados. Aspiran a ser legión. Su masiva presencia en las gradas, cifras oficiales al margen, es el gran triunfo de la Cultural, que suma puntos y fieles a ritmo de vértigo.