Secundino Llorente

Asociación de madres y padres de alumnos (Ampa)

29/04/2021
 Actualizado a 29/04/2021
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Las Ampa son entidades o agrupaciones que se constituyen para representar los intereses de los padres en los centros educativos de sus hijos. Son muchos los padres y madres, de colegios o institutos, en educación primaria y secundaria, que desean buscar una oportunidad para participar en el proceso educativo de sus hijos no sólo a nivel familiar sino también a través de los propios centros.

Estas asociaciones pueden realizar muchas funciones en un instituto o colegio. Ellas son la voz de los padres ante las administraciones públicas y el lazo de unión entre las familias y el instituto, elevan al consejo escolar propuestas para la elaboración del proyecto educativo y de la programación general anual, elaboran propuestas de modificación del reglamento de régimen interior, conocen los resultados académicos globales y la valoración que de los mismos realice el consejo escolar, trasmiten la información y orientación a los padres sobre el funcionamiento del centro y de temas relacionados con el transporte o la adquisición de libros de texto, organización de actividades extraescolares (recuerdo con agrado que en el IES Lancia el Ampa proporcionaba miles de botellas de agua para todos los viajes y no se imaginan con cuánta satisfacción eran recibidas cuando los alumnos llegaban sedientos al autobús), organización de charlas formativas y actividades socio-culturales como fiestas o conciertos (solían organizar la jornada del deporte al final de curso con trofeos para los vencedores y merienda para todos).

Mi experiencia me dice que es muy beneficioso para los alumnos que los profesores (especialmente los equipos directivos) y Ampa vayan de la mano y en sintonía. El porcentaje de padres que participan con la Asociación es muy superior si existe una buena relación con el equipo directivo, de lo contrario se convierte en una fuente de conflictos.

Puede haber diferentes grados de implicación de cada familia con el Ampa desde los que simplemente pagan la cuota, a los que van a la asamblea anual o los que acuden a las reuniones periódicas de la Asociación, los que participan en las actividades programadas, los que forman parte de la junta directiva y los que representan a los padres en el Consejo Escolar del Centro.

Lógicamente, a mayor grado de implicación van a tener más información y más peso en la toma de decisiones sobre el centro de su hijo. Pueden llegar incluso a participar y ser decisivos en la elección y el nombramiento del director.

Las familias que forman parte de la asociación pagan una cuota anual y se convierten así en socios con derecho a decidir y formar parte de los órganos de la Asociación y el dinero que se recauda se destina en beneficio de todos los alumnos del centro. Es cierto que el trabajo que realizan los padres es totalmente voluntario y no tiene ninguna remuneración. He visto a muchos padres dedicar miles de horas al centro, aparentemente, a cambio de nada. Pero considero que son muchas las ventajas de participar en las asociaciones de padres.

Ellos van a conocer de primera mano e incluso van a participar en decisiones importantes y su participación se considera positiva para el rendimiento escolar y la calidad de la enseñanza del alumnado en general y de sus hijos en particular. En mi opinión, el mayor beneficio de las Ampa está en ‘el poder’ que llegan a tener cuando son muchos y están unidos por su capacidad para reclamar mejoras en el centro educativo y en la educación de los hijos. Muchas veces el director del centro acude a su Ampa para solicitar algo a la administración porque a ellos les hacen más caso. Ellos representan a muchos padres y eso son muchos votos. Si un director se ve obligado a solicitar al Ayuntamiento o al Gobierno Civil o a la Dirección Provincial de Educación el asfaltado de la calle del instituto, la ayuda de la policía para ahuyentar del entorno del centro a los camellos de la droga o que se sustituyan inmediatamente las ausencias del profesorado, mejor que no sea él el que lo solicite. Mejor es que se lo encomiende a su Asociación de Madres y Padres de Alumnos porque ellos sí que van a ser atendidos y sí que van a conseguir todo lo que solicitan y, especialmente, si estamos en periodo electoral.

Los dos grandes peligros de los participantes en las asociaciones de padres son, por una parte, el tener como único objetivo ayudar directamente a sus hijos sin tener en cuenta al alumnado en general y por otra parte sobrepasarse en sus funciones y meterse en campos exclusivos del profesorado o equipos directivos.

Los criterios de corrección de matemáticas o la metodología de la clase lo marca el profesor y no los padres de alumnos. Deberán ser los directores los que se encarguen de cuidar para que nadie ‘se pase’ o se salga de su cometido.

Considero fundamental la participación de los padres en la vida y en el funcionamiento de un centro educativo y el cauce adecuado para su participación en el ámbito escolar está en las asociaciones de madres y padres. Confieso que en mi experiencia de director del IES Lancia aprendí pronto esta lección y agradezco la colaboración del Ampa en los últimos quince años trabajando codo con codo y logrando muchos éxitos de los que se vieron beneficiados sus hijos.

¡Gracias a todos los padres y madres que dedicasteis tantas horas a vuestra Asociación!
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