Si además de la pensión apostamos por otros métodos de ahorro como abrirnos el plan de pensiones que mejor se adapte a nuestras preferencias o contratamos algún producto de bajo riesgo como son los depósitos a plazo fijo, podremos ahorrar una parte de nuestros ingresos y disponer de muchas otras muchas ventajas durante y después de nuestra vida laboral.
Blindar nuestra jubilación es esencial para vivir una retirada tranquila y sosegada en el aspecto económico. Pero antes de tomar cualquier tipo de decisión es importante entender cómo funciona nuestro sistema de pensiones, algo que la mayoría de nosotros desconocemos o conocemos de manera incierta.
¿Cómo funciona el sistema de pensiones en España?
La Seguridad Social es el organismo público que se encarga de gestionar el sistema de pensiones público de España, que cuenta con la protección y el reconocimiento de la Constitución Española de 1978. Por lo tanto, todo ciudadano español tiene derecho a recibir una pensión contributiva o no contributiva que le garantice un nivel de vida digno.
Se trata de un sistema piramidal en el que las aportaciones de los trabajadores en activo, mediante las cotizaciones de trabajo a la Seguridad Social, ingresan cada cierta cantidad de dinero para alimentar el fondo público de pensiones, también llamado “caja única”.
Por lo tanto, se trata de un sistema colectivo en el que todos aportamos nuestro granito de arena para que los actuales pensionistas puedan cobrar su pensión, al igual que otros en el futuro seguirán aportando dinero para que los actuales trabajadores puedan cobrar su jubilación.
5 claves para entender el sistema público de pensiones en España
En la actualidad, el sistema público de pensiones en España sustenta su funcionamiento en 5 principios básicos:
● Principio de reparto: las cotizaciones a la Seguridad Social de los trabajadores en activo se encargan de sufragar las prestaciones por jubilación actuales.
● Principio de proporcionalidad contributiva: la cantidad cobrada en cada prestación tendrá una relación directa con las cantidades aportadas durante la vida laboral, así como el tiempo que hemos cotizado.
● Principio de universalidad: todo el mundo tiene derecho a una pensión que permita cubrir las necesidades más básicas. Si no se cumplen los requisitos de cotización, se puede acceder a una prestación no contributiva.
● Principio de gestión pública: la Seguridad Social debe estar gestionada y financiada por organismos públicos.
● Principio de suficiencia de prestaciones: la cantidad de las prestaciones debe ser suficiente como para garantizar las necesidades básicas.
¿Cuáles son las condiciones para acceder a una pensión de jubilación?
Para acceder a una pensión pública de jubilación contributiva en España se deben cumplir una serie de requisitos, aunque estos pueden variar según el tipo de jubilación, al igual que la cantidad a percibir, que por defecto, dependerá de la cotización aportada en los últimos años de trabajo, más concretamente durante los últimos 24 años (25 años a partir de 2022).
Los principales requisitos para acceder a una prestación contributiva de jubilación son, por lo general.
1. Edad de jubilación
En la actualidad, la edad de jubilación está en 66 años. Desde el 2013, la edad de jubilación ha ido aumentando tras el cambio de legislación, con el objetivo de alcanzar los 67 años en 2027. Será entonces cuando habrá dos edades de jubilación, 65 años para los que hayan cotizado 38 años y 6 meses o más, y 67 años para los que no hayan alcanzado este tiempo de cotización.
Es posible retirarse antes de llegar a la edad de jubilación a través de la jubilación anticipada, ya sea por enfermedad, por discapacidad o a costa de recibir una cantidad menor a la que nos pertenecería al llegar a la edad de jubilación prevista (para acceder a este tipo de jubilación se debe haber cotizado al menos 35 años).
2. Mínimo de años cotizados
Por otro lado, para acceder a una prestación contributiva se debe haber cotizado al menos 15 años. Además, debe haberse cotizado al menos 2 años en los 15 años anteriores a la edad de jubilación. Si no se cumplen estos requisitos, se podrá optar a una prestación no contributiva, que será de una cuantía mucho menor y en la que su aprobación dependerá de la situación económica de nuestra unidad familiar.
¿Están las pensiones del futuro garantizadas?
El alto envejecimiento de la población, los años duros de crisis y la alta tasa de paro, así como la precariedad laboral, han puesto en entredicho el sistema de pensiones público. Nadie sabe a ciencia cierta hasta cuándo será posible mantenerlo, aunque las previsiones son malas y ya se comenta que las pensiones de dentro 10 o 20 años serán inferiores a las actuales.Tal como comentábamos al principio, y ante la incerteza de hasta cuándo resistirá este sistema de pensiones, lo mejor es asegurarse una retirada tranquila, ya sea a través de un plan de pensiones, inversiones de bajo riesgo como las de a largo plazo u otros tipos de productos de ahorro como los depósitos a plazo fijo.