Así comprobará Tráfico que tienes la ITV en vigor

Tres lectores de matrícula ayudarán a los agentes de la Guardia Civil en Castilla y León en una campaña de vigilancia de las condiciones del vehículo que se desarrolla hasta el domingo y que comprobará neumáticos, alumbrado y parabrisas

Ical
20/01/2020
 Actualizado a 20/01/2020
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Tres lectores de matrícula comprobarán hasta el domingo si los vehículos que circulan llevan la ITV en vigor en Castilla y León, en el marco de una campaña de vigilancia y control de las condiciones de los automóviles, que comprobará neumáticos, frenos, alumbrado y parabrisas, entre otros puntos.

Durante esta semana, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y el resto de policías locales que se sumen a la campaña prestarán especial atención al adecuado mantenimiento y puesta a punto de todos los elementos de seguridad del vehículo. Así, a la vigilancia que realicen los agentes, la DGT utilizará los sistemas de control y monitorización que tiene instalados en las carreteras (lectores de matrícula) para comprobar si los vehículos circulan con la ITV en vigor.

La DGT recordó que el correcto mantenimiento de un vehículo contribuye “decisivamente” a asegurar unas condiciones de seguridad adecuadas a lo largo de la vida útil del mismo y que son verificadas periódicamente en las inspecciones técnicas. En las últimas comprobaciones telemáticas realizadas por Tráfico se detectó que el 1,64 por ciento de los vehículos en circulación carecía de ITV en vigor.

Esta campaña se justifica en que el riesgo de fallecer o resultar herido grave se multiplica por dos al comparar los accidentes ocurridos con vehículos de 10 a 15 años de antigüedad en relación con los de menos de un lustro, motivo por el cual el mantenimiento “adecuado de todos los elementos de seguridad del vehículo se convierte en una actividad imprescindible para combatir la siniestralidad”.

Los “grandes olvidados”

Los neumáticos constituyen “el único y decisivo” contacto con la carretera. Son los encargados de asegurar la adherencia en el empuje, en la frenada y en el deslizamiento lateral. También se encargan de que la dirección del recorrido del vehículo sea la deseada por el usuario y de la amortiguación de las imperfecciones del pavimento. Por ello, es recomendable que la profundidad de las ranura tenga como mínimo tres milímetros, aunque el límite legal es de 1,6.

Aproximadamente, más de un millón de los vehículos, un cinco por ciento, circulan con defectos graves en las ruedas, principalmente por llevar una profundidad del dibujo por debajo del mínimo legal, tener un desgaste irregular debido a una mala suspensión o una alineación incorrecta y circular con una presión errónea.

Además, los vehículos relacionados con un uso más profesional, como es el caso de las furgonetas, presentan mayores índices de defectos en los neumáticos. También es necesario comprobar regularmente la presión del neumático en frío y la rueda de repuesto, así como revisar posibles fugas de aire por las válvulas. El tapón de la misma constituye un elemento de estanqueidad, por lo que su uso es imprescindible.

No solo ver, sino ser vistos

La finalidad de las luces de los vehículos no solo es la de ver, sino también la de ser visto, ya que cada vehículo en circulación es, en la práctica, un obstáculo para los demás, por lo que la delimitación de su presencia también es significativa. Para que la conducción se realice en condiciones de seguridad es aconsejable prestar una especial atención a la utilización, mantenimiento y regulación de los faros para conseguir, por un lado, disponer de luz suficiente y, por otro, no deslumbrar a quien circula por las mismas vías públicas.

Entre los consejos básicos de la DGT, cambiar las lámparas cada 40.000 kilómetros o dos años, porque “van reduciendo su intensidad con el uso”; hacerlo de dos en dos, “debido a que son simétricas”; y mantener limpias los faros y pilotos.

Otros aspectos que se controlan

Además de las luces y los neumáticos también se controlará el estado de la placa de matrícula, pues el conductor debe verificar que “no presentan obstáculos que impidan o dificulten su lectura e identificación, no estén deterioradas ni manipuladas”. De hecho, una matrícula ilegible supone una infracción grave con una sanción de 200 euros y sin detracción de puntos, pero manipular la placa para intentar eludir fraudulentamente la norma puede conllevar una multa de 6.000 euros y la pérdida de seis puntos.

También se vigilará el estado del parabrisas, que no presente daño alguno, ya que es una pieza fundamental en la resistencia estructural del vehículo, en la eficacia del airbag y en la de ser soporte de cámaras y sensores de dispositivos de ayuda a la conducción.

Por último, se incidirá también en la documentación que se debe llevar de forma obligatoria. Son necesarios el carné de conducir, el permiso de circulación del vehículo, en el que figuran los datos técnicos del mismo y los de su propietario (o una autorización de la Jefatura de Tráfico en su ausencia) y la tarjeta de la ITV y pegatina correspondiente, visible en la luna delantera.
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