Artifariti se hace visible en el Musac

Este domingo se clausuran en el Musac dos de las exposiciones vigentes: la retrospectiva ‘chance & change’, que recorre la trayectoria del artista herman de vries, cuya obra emana de los fenómenos y procesos de la naturaleza; y la colectiva ‘Provincia 53. Arte, territorio y descolonización del Sáhara’, que reflexiona sobre el conflicto saharaui desde una acepción estética, educativa y política del concepto de territorio.

En relación a esta última muestra ha tenido lugar, desde el mes de septiembre, un activo programa de actividades sobre diversos aspectos del arte y la cultura saharaui en la gran ‘jaima’ instalada en la sala de exposiciones por el artista Federico Guzmán. Este jueves tendrán lugar las dos últimas propuestas, con entrada gratuita hasta completar el aforo: a las 19:00 horas se celebrará la conferencia ‘Después del futuro’, a cargo de Charo Romero Donaire y José Iglesias Gª-Arenal, comisarios de la edición de 2016 del festival ARTifariti, muestra anual de arte contemporáneo realizada desde 2007 en los campamentos de refugiados de Tinduf. Ambos proponen una nueva perspectiva de lectura en torno al conflicto saharaui. En palabras de Romero e Iglesias: «entender que la situación extremadamente estática del nudo territorios ocupados-nomadismo-campamentos de refugiados nos puede permitir un cambio de perspectivas y de alianzas para imaginar posibilidades futuras de un conflicto que desborda fronteras y esboza una reconfiguración del espacio y de la vida. Deberíamos saber que aquí no hay ningún problema: que el Sáhara Occidental está sufriendo el perfecto funcionamiento de una maquinaria capitalista global».

A las 20:00 horas tendrá lugar la performance ‘Leyendo. Estado de sitio’, del artista  Jesús Palomino, que fue  presentada en ARTifariti 2016. La actividad consiste en la lectura en árabe, por parte de personas de la comunidad saharaui en León, del poema ‘Estado de sitio’, escrito por el poeta palestino Mahmoud Darwish en el año 2002, durante la ocupación israelí de la ciudad de Ramala en Cisjordania. Los versos nos recuerdan que incluso en mitad del aislamiento, la crueldad y el dolor de la guerra, la vida continúa, y hablan de la belleza del mundo a pesar de las consecuencias del conflicto.