Imagen Juan María García Campal

¡Arriba hermano hombre!

24/07/2019
 Actualizado a 19/09/2019
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Ahora que escribo, a pesar de las temperaturas exterior y la que mantengo en casa, el teclado está frío y mi temperatura raya los cero grados del chiste pues, después de haber seguido entero el ¿debate? de investidura, no siento ni frío ni calor y, lo que es peor, mi estado anímico y físico escritural se asemeja al cataléptico si no fuera por el estupor que caracteriza al síndrome catatónico.

No bromeo. Ahora mismo siento claramente alteraciones en la consciencia, el afecto y ¿el pensamiento? Ato mi temperamento por no mentar muertos, acudo al carácter y me amarro a los versos de Miguel Labordeta: ¡Arriba hermano hombre! / ¡Arriba sobre tus sueños de alegría despedazada! Y así, acaricio el teclado hasta entibiarlo y escribo, me escribo, les escribo estas líneas que no sé si texto o sencillamente desahogo, civilizado grito.

Digo que tuve alteraciones en la consciencia pues en varios momentos del pleno dudé sobre si asistía a la sesión del Congreso de los diputados tanto tiempo esperada o a una veraniega reposición de la película ‘Sopa de ganso’ de los hermanos Marx, dada la repetición en vario insulto de la famosa frase de Groucho: «Estos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros». Día y medio de porfía para constatar que lo que sus señorías en verdad parecen representar no son nuestros intereses, sino los de la facción a que deben su escaño, es decir: «gobierno» / «no gobiernas». Lo demás, las políticas concretas que puedan mejorar el día a día de la ciudadanía parece que pueden seguir esperando nuestra total desesperanza. Y esto, sin entrar en la intervención del diputado de Vox, Abascal (por fin lo cito, lo escuché) que peor me retrotrajo a la larga grisura de la pésima España.

Así, de nuevo se vieron mermados mis afectos a partido alguno y acrecentado mi espíritu crítico con la idea de democracia al ver a sus señorías en el penoso «bis, bis, al estribillo» y recordar a Ortega y Gasset en su artículo ‘Un aldabonazo’, referido a la II República: «Una cantidad inmensa de españoles que colaboraron con el advenimiento de la democracia (República, en el original) con su acción, con su voto o con lo que es más eficaz que todo esto, con su esperanza, se dicen ahora entre desasosegados y descontentos: «¡No es esto, no es esto!».

De pensamiento no he tenido alteraciones, creo seguir teniendo el mismo aun sea una vez más defraudado, mas: «¡Arriba hermano hombre!/ ¡Arriba sobre tus sueños de alegría despedazada!».

¡Salud!, y buena semana hagamos, buena semana tengamos.
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