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Arquitectura: tradición y estética

12/09/2019
 Actualizado a 19/09/2019
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El martes tuve ocasión de compartir pareceres sobre la importancia de la arquitectura tradicional con miembros de la incansable Asociación de Amigos del Camino de Santiago ‘Pulchra Leonina’. Durante la conversación convinimos en la importancia de la arquitectura tradicional para mejorar la experiencia de los peregrinos y fijar el recuerdo de las tierras leonesas. Son los pueblos mejor conservados y cuidados aquellos que dejan una huella en los caminantes, que en muchos casos terminan por volver en otro momento.

El Camino de Santiago es el factor de relanzamiento de la actividad más importante en el campo leonés. Son los pueblos del Camino los que mejor combaten la despoblación. Dentro de ellos, los mejor conservados o con más posibilidades de guardar la estética tradicionalatraen a nuevos pobladores.

Esta experiencia se puede trasladar al resto de los núcleos de la provincia de León. Los más estéticos o con más posibilidades de llegar a serlo tienen la posibilidad de fijar y atraer población a estas alturas en que la mayoría se han vaciado. La cuestión es tan elemental como que en un pueblo feo o que no tenga posibilidades de embellecimiento casi nadie querrá vivir; tenderá a la despoblación.

De ahí se deduce la importancia de actuar en dos vertientes: la pública y la privada. Desde lo público es importante comunicar las características que forjan la personalidad de la casa tradicional en nuestras comarcas. Seguidamente se debe establecer normas de actuación mínimas sobre las partes visibles en las casas, cerramientos de las fincas y las calles de forma efectiva. Es importante la promoción de esta arquitectura mediante concursos que premien los mejores ejemplos, o el apoyo a industriales que desarrollen los productos para la construcción que faciliten y abaraten las reformas. En el ámbito privado es necesario el compromiso de los profesionales de la construcción con las normas, convenidas dentro del sector, y con las instituciones.

Prestigiar la arquitectura tradicional a través de los numerosos ejemplos que comienzan a observarse diseminados por la provincia es un objetivo al que debemos animar a patronos de todo tipo. Los premios anuales de Prada a Tope son un ejemplo a seguir. Una exposición itinerante con viviendas tradicionales dignas de reconocimiento es otra acción que se puede realizar desde la Diputación.

Por último, hay que asumir que la función de muchos de nuestros pueblos será la de residencia de verano y fin de semana, o no será. Así lo entendieron en algunos países que hoy son modelos a seguir como Suiza.
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