Armonía cepedana en el año de la cultura rural

El premio La Armonía de las Letras parece que este año había puesto su mirada sobre los colectivos que trabajan en el mundo rural, y así cuatro de los seis finalistas son asociaciones que trabajan por mantener viva la cultura en esa España vaciada en unos tiempos nada fáciles para ello: la Asociación Cultural ‘La Mediana’ de Cármenes; la Asociación ‘Rey Ordoño’ de Villamejil; el Centro Cultural ‘El Casino’ de Santa Colomba de Somoza y la Asociación Cultura y Deportiva ‘La Cátedra de Lois’ eran cuatro de los finalistas de esta edición, cuyo fallo se dio a conocer este mismo sábado y el Jurado se decantó por la asociación vinculada a La Cepeda: La Rey Ordoño de Villamejil.

Después de señalar que habían logrado sus miembros una amplia mayoría para galardonada a esta asociación también daban a conocer los argumentos esgrimidos: «Por su amplio programa cultural que va desarrollando cada año: conferencias, exposiciones, publicaciones y presentación de libros, restauraciones del patrimonio… Pero especialmente por tres actividades que traspasan su territorio y engrandecen la cultura leonesa: El Día de las Letras Cepedanas, Versos a Oliegos y el mantenimiento de la publicación de su interesantísima revista La Cepeda».

Desde la Asociación Cultural Rey Ordoño I mostraban su alegría por el reconocimiento al dar a conocer la noticia a sus socios e incidían en estos tres aspectos como fundamentales para este reconocimiento que concede el «grupo CamparredOnda», vinculado al altruista trabajo de Gregorio Fernández Castañón.

Versos a Oliegos, que este año se celebró en Donillas, «se viene celebrando «en honor y recuerdo del pueblo desaparecido bajo el embalse del río Tuerto. Surgió en agosto de 2001, cuando un grupo de amantes de la Cultura y de la Cepeda se reunió en una explanada del embalse de Villameca para leer textos de amor a la tierra». Y el Día de las Letras reúne a los escritoresde esta tierra y se convierte cada año en una demostración ‘de fuerza’a la vista tanto del número como la calidad de los que cada año acuden a la llamada de la Rey Ordoño I.