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ARCO censuroso y censurante

23/02/2018
 Actualizado a 16/09/2019
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ARCO es esto: Ifema retira la obra del artista Santiago Sierra ‘Presos políticos españoles’, una serie de fotografías con las caras pixeladas de los independentistas catalanes, de una de las galerías más famosas y antiguas, la de Helga de Alvear. Se arma la revolución. Se pide la dimisión del director de ARCO, Carlos Urroz, del de Ifema. Helga protesta. Sierra protesta.

ARCO es esto, una conversación surrealista con un amigo escultor: "Estoy en racha. Llevo 30 esculturas. Todo empezó cuando vendí mi negocio, era ruinoso, llevaba años queriéndolo hacer. Pagué las indemnizaciones a todos los trabajadores, lloramos. Y luego... Me vino la inspiración. ¿Sabes cómo? ¿Recuerdas esas cabecitas que yo hacía en piedra, un busto egipcio que yo imaginaba que el Nilo había arrastrado y erosionado? Pues me puse hacer una y no me salía, no me salía la nariz, ¿boluda, qué le pasa a tu nariz?, le grité a las tantas de la mañana. Y luego, empezó a funcionar, una detrás de otra, me volvió la inspiración".

ARCO es esto: performances, esculturas ruidosas, pinturas con la huella de un caracol, champán y tarta de chocolate para desayunar; champán y queso francés para cenar.

ARCO es esto: un escenario de ciudad bombardeada con figuras humana de madera empaladas del gallego Leiro.

ARCO es esto: una pared llena de moscas, inquietantes, pensativas, del gran leonés Eduardo Arroyo.

ARCO es esto: ver pasar a la ensimismada Elena Cué, a José Manuel Entrecanales con su eterno bronceado o al gran dandi que es Jacobo Siruela.

ARCO es esto: descubrir con Pepe Ribas, el fundador de la mítica revista Ajoblanco, que tenemos Berlín en común y que la España que él denunciaba sigue ahí. Censurosa y censurante.

ARCO es esto: pasear frente a la pared desnuda de obras censuradas de Helga de Alvear y que los periodistas le tomen fotos y que Santiago Sierra diga: "Arco debería replantearse seguir haciendo la feria con ellos (Ifema). El arte es lo que el artista decida". Y después te enteras de que el socio de Jaime Roures ha comprado la obra por 98.000 euros y de que se venden pósteres impresos a 10 euros con esas fotos. Ironías y negocio.

¿Qué es ARCO? No debería ser una serie de espacios para que los artistas cuelguen obras decorativas y los coleccionistas se paseen entre ellos y se dejen ver. El arte siempre ha hurgado, siempre ha creado polémica. Y piensas: ¿me gusta la obra de Santiago Sierra? No. ¿Ha sido un montaje orquestado por él, maestro de las polémicas? Puede ser. Pero ¿hay que defender la libertad de expresión y de creación? Por encima de todo.
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