En total, en el primer semestre del año se contabilizaron en la Comunidad 84.352 denuncias, lo que supone una caída del 37,3 por ciento con respecto al mismo periodo del pasado año, cuando se contabilizaron un total de 134.679 multas, según se desprende de un estudio de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), que a nivel nacional destaca un incremento de las denuncias del 12,4 por ciento, hasta 1,3 millones debido a la activación de numerosos radares apagados temporalmente en 2018.
El estudio sitúa en tercer lugar al radar ubicado en el kilómetro 171 de la A-6, en Rueda (Valladolid), dispositivo que controla a los vehículos que circulan en sentido Tordesillas, y que hasta el 30 de junio sumó 3.768. Después aparece el cinemómetro ubicado en el kilómetro 160 de la A-66, en Valdevimbre (León), con 5.440 multas.
Por comunidades autónomas, el informe de AEA destaca que los radares más activos hasta junio se han localizado en Andalucía, con 332.154 denuncias (25 por ciento); en la Comunidad Valenciana, con 172.997 denuncias (13 por ciento) y en Madrid, con 169.624 (12 por ciento). Por el contrario, en La Rioja (9.220), Cantabria (13.935) y Navarra (15.826) se encuentran los que menos denuncias han formulado.
La AEA destaca en su estudio que sólo 25 radares, de los cerca de mil que dispone la DGT, formulan el 34 por ciento del total de denuncias (450.397) y de ellos, solo seis se repiten respecto de la lista de los cinemómetros más activos del año anterior, localizándose el resto (19) en nuevas ubicaciones.
A la vista del importante número de denuncias formuladas mayoritariamente en autopistas y autovías, y no en las carreteras secundarias donde se producen el 70 por ciento de los accidentes con víctimas, el presidente de AEA, Mario Arnaldo, considera que la DGT debería replantearse su política de radares, ya que no se está consiguiendo el objetivo de evitar los excesos de velocidad, ni los accidentes, convirtiendo los radares en meros instrumentos de recaudación.
