Apuestan por convertir la Gran Corta de Fabero en Parque temático

«Es un libro abierto geológico» dice José Joaquín Ramón Gancedo, uno de los cinco miembros que está detrás del proyecto del Aula Paleobotánica de Fabero, abierta hace ahora un año. La Gran Corta ha sido la fuente de los fósiles que han recuperado y el escenario de una etapa, la del carbonífero, que ha querido hablar en alto, y lo sigue haciendo, a través de ellos. Fue uno de los miembros del grupo el que tuvo la idea, José Anglés «quiso ir a hacer unas fotografías a la Gran Corta y de aquello surgió la idea del Aula», explica Gancedo. A él se unieron otros enamorados de los fósiles Titín, Chencho, Carmen y Joaquín, y se pusieron manos a la obra.

El Ayuntamiento de Fabero recogió la idea y abrió las antiguas escuelas a una muestra que cuenta con más de 200 fósiles expuestos y otros tantos que esperan dejarse ver desde las cajas. Los buscadores de fósiles quieren hacerlo si se les permite ocupar la parte alta del edificio. Pero saben que queda mucho por hacer aún, porque la Gran Corta sigue hablando y su legado lo han escuchado ya más de mil visitas que han contabilizado en este año de vida del Aula.

La Gran Corta es una explotación carbonífera que hace dos años dejó de tener vida laboral. Ahora se plantea su restauración, algo que los que están detrás del Aula piden que no sea así, al menos en una parte «porque todo ese patrimonio geológico nos desaparecería».

Para reivindicarlo es por lo que han querido mostrar lo que hay entre sus pliegues «y el Aula se ha convertido ya en un referente», dice Gancedo.

«La Gran Corta es un recurso importantísimo para este municipio de Fabero y las administraciones competentes deberían oír las peticiones que no solo desde este aula se están haciendo, sino desde el propio Ayuntamiento y Juntas Vecinales, para que la restauración de la misma no se quede en una mera restauración paisajista, sin otra utilidad que la de ocultarla, queremos que sea un recurso, económico donde tengan cabida multitud de actividades, que no sólo reportaran importantes ingresos a nuestra zona sino que además crearía puestos de trabajo y, por consiguiente,fijaría población», explica Gancedo.

Su idea es poder hacer en esa zona un recorrido geológico para analizar las características del llamativo corte y ver allí los fósiles en posición y las balsas que se han generado. El paseo ya de por sí sería una experiencia que se completaría con un Parque Temático para «vivir una aventura en ese paraje duro, agreste. Es vivirlo de otra manera», dice.

Como Aula han trasladado esa idea a las administraciones, algo que han hecho también desde el Consistorio y espera que eso tenga su reflejo, aunque Gancedo pide que se escuche también a las Juntas Vecinales, que son la cuna de estos parajes «y tienen mucho que decir». Para los vecinos sería una fuente nueva de ingresos en una zona dañada por el fin de la minería «incluso se podría crear alguna empresa y fijaría población», dice Gancedo, que pone como ejemplo otra explotación similar en Gales, Inglaterra, en la que empezaron 8 empleados y acabaron siendo 300.

Por eso pide que «se ponga en valor la zona» y no se trate como una escombrera a tapar «porque Las Médulas lo son y no las restauraron». En ese uso práctico añade la posibilidad que aporta de avistamiento de la fauna local, incluso del lobo, del que han encontrado huellas en la zona«sería un polo de atracción» que completaría el proyecto inicial del Aula que crece tras un año y que espera seguir haciéndolo con visitas concertadas de colegios y asociaciones.