Aprovechar el sello

Conozco el caso de un empresario tan ahorrador, quizás diría que tan miserable aunque el negocio le vaya muy bien, que cuando tiene que enviar una factura a un cliente –si no se la lleva andando– la manda con la cuenta de otro empresario que también es proveedor de la misma casa comercial. Aunque suena a chiste de la colección «había un hombre tan bajo, tan bajo que…», le aseguro que tiene la sede social y fiscal en La Bañeza, además de una clientela bastante fiel.

Y como no procede dar muchos detalles, le diré que cuando este hombre ha intentado enviar alguna vez su factura con la mía a algún cliente que tenemos en común, el argumento siempre es el mismo: «por aprovechar el sobre y el sello, a ti qué más te da». Pues no, no me da igual. Y por eso se lo cuento aquí a modo de anécdota para decirle también que el otro día me vino a la mente la fórmula administrativa de este vendedor cuando supe de la carta del alcalde Silván al presidente del Gobierno.

Y es que además de todo lo referente al error cometido por Rajoy tras atribuir a Reino Unido la ‘cuna del parlamentarismo’, cuyo privilegio nos corresponde a los leoneses, por aquello de aprovechar el sobre y el sello de la misiva para explicar la historia de la Real Colegiata de San Isidoro y la celebración de las primeras Cortes democráticas en 1188 bajo el reinado de Alfonso IX, al presidente le hablaría del retraso en la construcción de la autovía A-60, la de León a Valladolid. Y también le recordaría la importancia de conectar mediante autovía la capital leonesa y Braganza o la supresión del peaje de la autopista León-Astorga.

Y también por aprovechar el sello le hablaría de la línea de AVE León-Asturias, la integración ferroviaria, la Ciudad del Mayor… Y no sigo porque al final en vez de un sobre americano haría falta uno comercial y con el sello de 0,50 tampoco sería suficiente franqueo.