Aprendiendo a ser el orgullo del pueblo

El I Curso de Pendones celebrado en La Cuesta tuvo una más que aceptable acogida pese a las malas condiciones climatológicas. Unos veinte vecinos quisieron aprender a ser pendoneros

Fulgencio Fernández
03/04/2018
 Actualizado a 12/09/2019
Como cierre del curso se simuló un desfile de pendones real. | IVÁN M. LOBO
Como cierre del curso se simuló un desfile de pendones real. | IVÁN M. LOBO
No nos interesa tanto el número de asistentes al curso, que fue importante, como cumplir con una función que creo que tenemos las asociaciones culturales que trabajamos en comarcas que sufren la despoblación y que es seguir apostando por la cultura y las tradiciones también fuera de las fechas estivales». Con estas palabras valora Iván Martínez Lobo, secretario del Instituto de Estudios Cabreireses, el recientemente celebrado I Curso de Pendones, que se celebro el pasado fin de semana en la pequeña localidad cabreiresa de La Cuesta, organizado por el citado Instituto, la activa asociación cultural Trimuella y el Ayuntamiento de Truchas, así como las Juntas Vecinales de La Cuesta y Valdavido, que prestaron sus pendones para el evento.

Señalan desde Trimuella, al valorar el curso —que ellos denominan «una nueva acción formativa para los vecinos»— que han acudido a la cita «cerca de una veintena de participantes del municipio de Truchas y también se han acercado algunos de otros puntos de la provincia».

El Curso de Pendones se celebró en dos días consecutivos y con el mismo formato, una ponencia teórica por la mañana y una actividad práctica con los pendones por la tarde, gracias a la colaboración de Pendoneros de León. «Se trata de una actividad en la que los participantes han adquirido conocimientos y habilidades para bailar el pendón, llevar los remos en caso de mucho viento, incluso se hicieron varias simulaciones de procesión por las calles de la localidad».

Se trata, en definitiva, de formar vecinos para que puedan ser los orgullosos portadores del pendón concejil en alguna de las numerosas romerías que se celebran en la comarca a lo largo del año. Martínez Lobo, también miembro de la asociación Trimuella, señala que «también lo organizamos pensando que cuando llegue la Romería de la ascensión de los pendones al castillo de Peñaramiro, en el próximo mes de septiembre, los más jóvenes puedan y sepan manejar sin esfuerzo estos estandartes con las nociones que recibieron en el curso y, sobre todo, las prácticas. La casa de cultura de La Cuesta albergó por las mañanas dos clases teóricas con menos afluencia y ya por la tarde, las calles de la localidad de La Cuesta se llenaron del color de los dos pendones, con mucha más gente», hasta casi una veintena de participantes.

Una colaboración fundamental fue la de Pendoneros de León, con la presencia de José Antonio Ordóñez, investigador de esta tradición y que también aportó su experiencia en la segunda clase teórica. «Con este curso quisimos aportar las herramientas necesarias para una iniciación, pero está claro que los que quieran formarse tendrán que ir a las romerías de la provincia y solicitar al resto de pendoneros que les permitan llevar el pendón, para adquirir la experiencia necesaria» explicaba Ordóñez.

Iván M. Lobo agradeció a los asistentes su presencia en la clausura y señaló que «sabemos que son malas fechas, pero apostamos por tener actividades durante todo el año, es una forma de generar riqueza potenciando que la gente visite nuestros pueblos en cualquier época del año».
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