"Aplico a los retratos el mismo procedimiento que al paisaje"

El pintor de Villadangos del Páramo, José Antonio Barrera, expone un resumen de su producción de la última década en el Auditorio Ciudad de León

Joaquín Revuelta
24/06/2015
 Actualizado a 19/09/2019
El artista leonés José Antonio Barrera durante la inauguración el pasado jueves en el Auditorio de su exposición ‘Una década de pintura’. | MAURICIO PEÑA
El artista leonés José Antonio Barrera durante la inauguración el pasado jueves en el Auditorio de su exposición ‘Una década de pintura’. | MAURICIO PEÑA
El vestíbulo y las dos salas de exposiciones del Auditorio Ciudad de León acogen desde el pasado jueves y hasta el próximo 4 de julio una muestra pictórica del veterano artista leonés José Antonio Barrera, que se caracteriza por un marcado estilo expresionista y por la utilización de diversas técnicas que van del óleo a la acuarela, siendo sus temáticas variadas, con predominio del paisaje, aunque también se incluye una serie de retratos en los que el artista ha trabajado a lo largo de la última década.

La concejala de Cultura, Patrimonio y Turismo, Margarita Torres, quiso acompañar al artista en el acto de inauguración de ‘Una década de pintura’, del que aseguró "es uno de los grandes pintores que tenemos en León y que ha excedido el marco de lo que es nuestra provincia desde hace ya muchos años, porque estamos hablando de un pintor consolidado, que nace en Villadangos del Páramo y cuya trayectoria arranca como persona vinculada a la enseñanza, faceta que no le ha hecho perder la perspectiva del artista que llevaba dentro desde practicamente su niñez", señaló la edil, para quien las obras que estarán expuestas hasta el 4 de julio constituyen "una muestra magistral de cómo el artista es capaz de mostrar la fuerza que hay detrás de los objetos, de los paisajes, de la naturaleza y de los entornos".

Pintar al natural


José Antonio Barrera comentó que para la exposición del Auditorio barajó la posibilidad de hacer una antológica, pero finalmente ha preferido ceñirse a su producción de la última década. "Desde mi última muestra individual en León que tuvo lugar en 2006 solo había participado en colectivas y lo que he traído al Auditorio es un resumen de lo realizado en estos diez últimos años. Hay alguna excepción que puede tener uno o dos años más, pero los cuadros más recientes pertenecen a este último año", comentó el artista leonés, que reconoce ha pintado mucho al natural, paisajes que le son especialmente satisfactorios, como los del Valle del Torío y algunas zonas de media montaña cerca de Carrizo, como pueden ser Omaña, el Órbigo, el Luna, donde le gusta acudir, montar el caballete y pintar. "Eso es  una práctica habitual que he realizado prácticamente siempre".

El pintor de Villadangos del Páramo prefiere huir de la etiqueta y que no lo identifiquen ni como acuarelista ni como paisajista sino como pintor. Reconoce Barrera que el soporte para él es muy importante y a menudo las tablas que le regalan para calentar la casa las utiliza para pintar procurando que se vea que ese soporte juega un papel muy importante.

El paisaje de las caras


A la hora de abordar el retrato, Barrera asegura que aplica lo que ha dado en llamar «el paisaje de las caras», y lo mismo que hace con el paisaje de arrastrar la pintura y que se deslice por el resto del cuadro lo utiliza igualmente en el retrato. "El año pasado presenté en la Posada del Marqués los bocetos de estos retratos que expongo en el Auditorio y algunos más que titulé precisamente ‘el paisaje de las caras’. Es un proceso que va saliendo, que va madurando y que va granando lo que es la pintura", asegura.

José Antonio Barrera reconoce que su etapa como docente ha influido de forma determinante en su faceta como creador. "No solo fui docente. Trabajé durante varios años en la industria del País Vasco y ya pintaba en el poco tiempo libre que disponía. Fue gracias a mi mujer que decidí compatibilizar la docencia y la labor creativa y la verdad es que pude complementarlas muy bien", asegura Barrera, hasta el punto de confesar que la enseñanza le ha hecho mejor pintor. "Toda obra, aunque la rompas, la destruyas, tiene una estructura interna que has tenido que estudiar, lo que se llama la geometría descriptiva, que trabajas y que se encuentra detrás de cada obra, aparte de la plástica, del color y del conocimiento del pigmento", señala el artista, que ha encontrado también en la música y más en concreto en el jazz otra fuente de inspiración. "Tengo amigos músicos, como es el caso de Cova Villegas, que me han introducido en este universo. Aquí he traído dos instrumentistas de jazz, pero tengo más cuadros, como una orquesta ensayando y otro en el que se ve la figura del director un tanto apartada y que he titulado ‘Descanso’. Algunos de estos cuadros los presenté en el Ayuntamiento de Villadangos del Páramo, pero no quería tampoco redundar en ello y enseñarlo muchas veces, como ha sucedido con la lucha leonesa, que ha estado expuesta en dos o tres ocasiones y tampoco se trata de aburrir con el tema".  
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