Apartan de su laboral pastoral a un sacerdote por abusos sexuales a menores hace 28 años

El Obispado de Astorga abre un proceso a José Manuel Ramos, de Veguellina, por este delito, perpetrado durante su estancia en el Seminario de La Bañeza

Patricia Ferrero
29/01/2017
 Actualizado a 17/09/2019
Homenaje de la localidad zamorana de Tábara al expárroco José Manuel Ramos Gordón, cuando ya cumplía castigo. | LA OPINIÓN DE ZAMORA
Homenaje de la localidad zamorana de Tábara al expárroco José Manuel Ramos Gordón, cuando ya cumplía castigo. | LA OPINIÓN DE ZAMORA
El pasado oscuro de un beato. La Iglesia acumula otra mancha en su expediente con un nuevo posible caso de abusos a menores. En esta ocasión dentro de la provincia leonesa.

El Obispado de Astorga inició un proceso administrativo penal al párroco José Manuel Ramos –natural de la Ribera del Órbigo-, por este delito a dos hermanos gemelos menores de edad durante el curso 1988-1989, cuando ejercía como profesor en el Seminario Menor de La Bañeza, según avanzó en su edición de este domingo La Opinión de Zamora.

La denuncia la presentó, 25 años después, una de las presuntas víctimas a la Santa Sede. Y aunque el delito ha prescrito para la justicia ordinaria, el prelado de Astorga, Juan Antonio Menéndez, tomó medidas el pasado julio apartándole de sus funciones durante un año en su destino actual, la localidad zamorana de Tábara, donde lleva ejerciendo durante los últimos 26 años. El acusado fue trasladado al Centro Sacerdotal de Astorga, donde se encargaba de realizar labores asistenciales para los sacerdotes ancianos. Aunque según un comunicado emitido este domingo por la Diócesis de Astorga, al hilo de las publicaciones de la noticia, el acusado, al conocer la resolución, pidió la jubilación de todos sus cargos, petición que el obispo aceptó en agosto de 2016. "Desde entonces no tiene ninguna responsabilidad eclesial", explica el comunicado.

No obstante, la pena impuesta por el Obispado para las víctimas se queda "ridícula". Y es que, las acusaciones del denunciante, un exseminarista que responde a las iniciales F. L, van más allá de un hecho aislado, ya que en una de sus cartas al Papa Francisco señaló que los abusos sexuales perpetrados por este sacerdote se dieron en su persona y también en otros alumnos. Asimismo también puso de manifiesto el daño psicológico y las secuelas que le han quedado después de esos hechos tan vejatorios, que le han "robado la infancia", según relata en el escrito. El denunciante también trasladó al Papa que el rector del Seminario en aquel momento fue informado de los abusos pero, según la víctima, fueron ignorados.

Ramos reconoce los hechos

Tras salir a la luz estas acusaciones, el expárroco reconoció los hechos  y se mostró "sinceramente arrepentido por lo sucedido y pide perdón por su conducta moralmente inaceptable", según ha expresado el actual obispo de Astorga en una carta dirigida a las víctimas del exsacerdote. Menéndez sostiene que  después de conocer la noticia –habiendo sido informado por el anterior prelado, Camilo Lorenzo, y otros sacerdotes de la curia–, se ha actuado "con toda diligencia, siguiendo las directrices de la Santa Sede y de la legislación canónica vigente". Asimismo, Menéndez ha querido poner de manifiesto, en su nombre y en el de la Iglesia, su «profundo dolor por estos hechos tan deplorables  y que le han causado tanto sufirmiento a usted y a otros alumnos del Seminario Menor".  El obispo también brinda a las víctimas todo su apoyo y garantiza que se harán todos los esfuerzos necesarios para que no se repitan hechos semejantes a los que han sucedido.

Un hombre "cercano y amable"

José Manuel Ramos nació en Veguellina de Órbigo el 19 de marzo de 1953 y aunque su trayectoria eclesiástica está más ligada a la provincia zamorana, su recuerdo perdura entre los vecinos de la localidad ribereña, que sostienen que al igual que su familia era un hombre "muy beato" y hay quienes le consideraban un "santurrón; si no le pusieron un altar fue de milagro", comentan. Es por esto que nadie, ni en su tierra natal ni en Tábara, se hubiera esperado una noticia similar. Tanto es así que al saber de su repentina partida, sin conocer los motivos, los tabareses quisieron hacerle un homenaje al que consideraban un hombre "atento, amable y cercano". Y es que Ramos, a la par que desempeñaba labor pastoral, se involucró en la proyección histórica de esta localidad zamorana como la cuna de los códices medievales más importantes.

Proveniente de una familia numerosa de agricultores, Ramos se licenció en Geografía e Historia y hasta 1990 fue profesor en el Seminario bañezano, donde se prudujeron los supuestos hechos de los que se le acusan. Fue ese mismo año cuando se trasladó a la villa zamorana de Tábara, donde ha ejercido las labores pastorales durante las últimas dos décadas.
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