Antonio, el niño que ataron a una portería para pegarle balonazos

Tras un caso detectado en León, el Procurador del Común pide a la Junta mayor atención al acoso escolar en centros concertados

Susana Martín
20/09/2017
 Actualizado a 14/09/2019
Una familia leonesa ha denunciado un acoso de acoso escolar crónico en un centro concertado de la ciudad. | ABC
Una familia leonesa ha denunciado un acoso de acoso escolar crónico en un centro concertado de la ciudad. | ABC
A la edad en que los niños sólo piensan en jugar, a Antonio empezaron a hacerle la vida imposible en el colegio. Con cinco años ya lo perseguían en el recreo y lo golpeaban. Este alumno de un centro concertado de León que en realidad no se llama Antonio –aunque eso es lo de menos–, empezó pronto a sufrir dolores de cabeza, a negarse a ir a clase y llegó a autoagredirse.

Con seis años necesitó los servicios de un psicólogo. Con ocho, su caso ha llegado al Procurador del Común, que ha tramitado una queja sobre «un supuesto acoso escolar» que estaría sufriendo el pequeño desde hace al menos tres cursos, «un niño escolarizado en un colegio concertado que habría sufrido agresiones de algunos de sus compañeros ya en el curso 2013/2014, mientras cursaba 3º de educación Infantil».

Amoedo considera que la Consejería de Educación  no puede ampararse en la autonomía de estos centros para atajar el problema Pero aunque en la resolución del Procurador del Común hablen de «supuesto acoso» y en el centro escolar donde durante años ha sufrido estos abusos tampoco lo consideren acoso escolar porque «eran agresiones puntuales en las que no participaban los mismos niños», lo cierto es que un simple vistazo a la resolución del defensor autonómico ofrece una idea del sufrimiento que se le ha estado infringiendo a este niño que aún no ha cumplido los 9 años.

Si el acoso escolar –bullying– es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo, lo de Antonio claramente puede denominarse así, según los datos que recoge el informe oficial que el Procurador ha remitido a la Consejería de Educación de la Junta para exigir «mayor atención al acoso escolar en los centros concertados de la comunidad»: Lo tiraban al suelo, lo golpeaban contra la pared, le robaban golosinas, unos le daban patadas mientras otros lo sujetaban, lo ataron a una portería y le dieron balonazos...

Tres cursos llevan los padres del pequeño hablando con el tutor, con el jefe de estudios, con el director del centro, con la inspección de Educación... Tres años en que se puede intuir el calvario de una familia que llega a recurrir a la ayuda profesional de un psicólogo para tratar el acoso crónico que padece el niño. Y hay un informe de marzo de 2015 en que el experto señala que Antonio percibe una situación de acoso intenso (desprecio, ridiculización, coacción, agresiones, intimidación, amenazas , exclusión...) y se concluye que las dificultades que presenta se producen por el «maltrato entre iguales» en el colegio.


Sin datos actualizados de acoso


Los últimos datos oficiales de acoso escolar en los centros de Castilla y León, facilitados por la propia Consejería de Educación, hablaban de 56 casos graves en el curso 2015/16, diez de ellos registrados en cinco centros de León. Y hablamos sólo de casos graves confirmados, porque las mismas fuentes informaron de que se habían detectado en la provincia 55 posibles casos.

Llama la atención que Castilla y León sea la comunidad autónoma con menor tasa de acoso escolar –‘sólo’ un 1,7 %–, un punto por debajo de la media nacional. Así se aseguraba al menos en el tercer volumen del informe Pisa, que se presentó en abril de este mismo año y que analizaba el bienestar de los adolescentes en su medio escolar.
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