Antonio Colinas: "Leopardi se vistió de misterio hasta más allá de la tumba"

El poeta bañezano inaugura este jueves en el Palacio Conde Luna la VII edición de Le Pasquin Poético, dedicada a la poesía italiana, con la conferencia ‘Giacomo Leopardi: entre la plenitud y el vacío de ser’

Fulgencio Fernández
07/03/2019
 Actualizado a 19/09/2019
El poeta bañezano Antonio Colinas. | MAURICIO PEÑA
El poeta bañezano Antonio Colinas. | MAURICIO PEÑA
Antonio Colinas (La Bañeza, 1946) es fundamentalmente poeta pero también ha cultivado prácticamente todos los géneros: novela, ensayo, traducción, biografía... Y en el apartado ‘no poético’ se vincula muchas veces su nombre a otras figuras sobre las que ha puesto su mirada con especial interés y dedicación, una ha sido la filósofa y pensadora María Zambrano (sobre la que pronto sacará un nuevo libro) y otro el gran poeta italiano Giacomo Leopardi (El conde Giacomo Taldegardo Francesco di Sales Saverio Pietro Leopardi, 1798-1837).

Estando dedicada la VII edición de Le Pasquin Poético a la poesía italiana parecía casi inevitable que estuviera en ella Antonio Colinas, que esta tarde inaugura el ciclo con la conferencia titulada ‘Giacomo Leopardi: entre la plenitud y el vacío de ser’, con la que el escritor bañezano espera «enganchar a los asistentes como a mí me fue cautivando la vida y la obra de Leopardi, al que pude estudiar más en profundidad durante mi estancia en Italia y después seguí con él a mi regreso, hasta el punto que muchas veces se dice que he sido el introductor de Leopardi en España».

Recuerda Antonio Colinas que comenzó siendo un lector interesado en Leopardi, «conocí sus ‘Cantos’ en la edición de Diego Navarro, después casi como un juego pero con sumo cuidado traduje algunos Cantos, recorrí los lugares que habían marcado su vida, escribí su biografía para Tusquets... en fin, que en casa ya me dicen que ‘siempre regreso a Leopardi’ y no les falta razón pues mientras preparaba esta conferencia de León me llamó Jordi Doce, de Galaxia Gutemberg, para un nuevo proyecto». Sin olvidar que esta dedicación del leonés fue reconocida en Italia con el Premio Nacional de Traducción.

Señala Colinas que la propia biografía de Leopardi —a quien coloca en el trío de los grandes de la poesía italiana junto a Dante y Petrarca— le concede un atractivo especial para acercarse a su obra. «No olvidemos que caminó desde la plenitud erudita hasta la autodestrucción, que cultivó todos los géneros:la filosofía, el pensamiento o el teatro, además de la poesía. Su propio hermano contaba que desde niño recordaba a Giacomo trabajando, leyendo o escribiendo a la luz de una vela. No olvidemos que con 11 años ya publica obras y después abarcó temas  tan diversas como su Historia de la Astronomía o ese gran diario de 4000 páginas». No en vano Colinas tituló su biografía de Leopardi ‘Hacia el infinito naufragio’.

Un naufragio hacia el que caminó por una vida llena de contradicciones y contrastes pues nació en una familia aristocrática, muy conservadora y «hasta represora, de la que constantemente huía para después regresar», lo que propició que fuera un hombre perseguido por el misterio que, explica Colinas, «llegó incluso más allá de la tumba, después de morir joven de una ‘romántica’ enfermedad, el cólera». Y es que, como ocurriera con Beethoven, cuando abrieron su tumba «encontraron que allí solamente había piedras y tierra. Dada la enfermedad de la que falleció se especulaba con que pudiera haber acabado en una fosa común», pero Antonio Colinas recuerda que «su gran amigo Antonio Rainieri, que le acogió en casa en sus últimos años, afirma que está enterrado en una capilla».
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