Antes que llegue la ceniza

13/02/2018
 Actualizado a 15/09/2019
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Le decía Alicia a las cinco gallinas que tenía cuando los mozos le robaron el gallo para hacer alguna merienda: "Cantai, cantai... que quedásteis ‘arreglás’".

Es nuestro sino. Somos hijos de una cultura en la que el infierno existe, en la que cuando estamos disfrutando nos recuerdan que aprovechemos que ahora viene lo peor, que en caso del Carnaval es la ceniza, que ya se asoma mañana mismo. Y no parece cuando razonable cuando la patronal hizo exactamente lo contrario, lo crucificaban pero ya sabía que al tercer día iba a resucitar; es decir, que el cielo existe.

Para contrarrestar la paradoja en los días de carnal y fornicio nos volvemos locos como si se acabara el mundo. Y hacemos bien. Para unos días que podemos ser el Papa sin que se escandalice nadie. Para unos días en los que podemos presumir de que el negro de ‘wasaap’ soy yo sin tener que demostrar nada. Para unos días que podemos subir al Angliru sin miedo a que los del 112 se vuelvan razonables. Para unos días que podemos repetir por las calles de este feudo popular aquellas frases históricas de «acabo de ver un campo de alcachofas y me he emocionado» sin que las señoras de Mariano nos llamen bolivarianos...

Para unos días... que salga el sol por Antequera. Y no me vengas con que mañana es Ceniza porque te remango una a manovuelta...
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