Antes de nada, piensa en él

26/02/2019
 Actualizado a 19/09/2019
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El último gran filósofo popular (si quieres que no haya malentendidos llámalo cercano al pueblo) fue sin duda Miguel Gila, quien siempre decía mucho más de lo que parecía, pero lo hacía con tanta gracia que hasta te reías cuando afirmaba que «quedé mal fusilado» y resulta que era verdad.

También tenía aquel paisano su visión particular del fútbol, si para hacer la guerra menos cruel no dudaba en llamar por teléfono al enemigo ¿cómo no iba a tener soluciones para las guerras del fútbol?

Y así no era partidario de esas goleadas de escándalo, de esas auténticas humillaciones a un débil rival y ante este hecho se preguntaba: «Y cuando vas a meter otro gol, ¿has pensado que ese portero tiene una madre? ¿te has preguntado qué culpa tiene la madre del portero que está sufriendo viendo cómo humillan a su hijo?».

Y así este hombre que fue a la guerra pero llega tarde y estaba cerrado nos invita a ver las cosas de otra manera ¿Ves al niño? Es la felicidad absoluta, la mejor imagen del 3-0 de la Cultu, que es una gran victoria y no humilla a ningún portero ni entristece a su madre.

Pero a cambio de esta imagen, de su ternura y felicidad, quienes están ahí abajo deben pensar antes de hacer nada en que ese niño está mirando, en que no tienen ningún derecho a borrarle la sonrisa y la cara de felicidad ¿Qué haría el niño viendo a las bestias que saltaron al campo del Écija? ¿Qué se le pasará por su cerebro virgen y feliz viendo a un tipo ante el que todos se arrodillan apartando el brazo del compañero que le viene a abrazar porque no se han cumplido todos sus caprichos de niño caprichoso? ¿qué pensará que quieren decir esos que apuntan para su nombre y número al marcar gol como diciendo «sólo yo y yo mismo»...

En fin, piénsalo, que los porteros tienen madre.

En fin, piénsalo, que los niños tienen ojos.
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