Anllares desaparece paso a paso

La voladura de los silos se convierte en una simbólica imagen del proceso de desmantelamiento de la térmica de Páramo del Sil que lleva casi un año en marcha

D.M.
12/06/2020
 Actualizado a 12/06/2020
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El desmantelamiento de la central de Anllares comenzó hace  meses, pero en estos días está teniendo lugar algunas de las imágenes más simbólicas del proceso de 'desaparición' de la térmica ubicada en el municipio de Paramo del Sil gestionada en su último periodo por Naturgy. Se trata de la demolición de estructuras con voladuras, que trabajadores y curiosos han grabado en distintos vídeos que han hecho llegar a los medios de comuniación o difundido en redes sociales. 

Esta semana se han demolido los silos de almacenamiendo con unas voladuras que han derribado estas grandes infraestructuras ante la expectación de los presentes y el recuerdo de lo que fue un referente de riqueza en la zona. 

En los pasados meses se ha estado retiranto instalación eléctrica y material de amianto. Según el plan de desmantelamiento aprobado por Naturgy y desarrollado por la empresa Lezama, se irán demoliento las instalaciones auxiliares perimetrales,el área de carboneo, a continuación la zona de almacenamiento de combustibles y fósiles y más tarde las instalaciones producción, como es el caso de la caldera y el generador.

Después de esto se eliminarán la zona residencial, las balsas de decantación y la presa de Anllarinos, que servía para almacenar agua para el enfriamiento de la central. Por último, irán la casa de bombas de Corbón y las soleras, vales y arquetas, si se sigue con el plan publicado en su momento en el Boletín Oficial de Castilla y León. 

Todos los  trabajos contemplan medidas especiales para la protección de la fauna piscícola, el oso pardo y aves, por encontrarse la central en zona de Especial Protección de Aves y Red Natura 2000 y además esrtáran en alguna de sus fases supervisados por arqueólogos porque la central se ubica sobre los restos de una explotación minera de época romana llamada Las Poulas de Comenabre y al borde de un yacimiento de la Edad del Hierro, el Castro Leoneza.

Las tareas de demantelamiento seguirán durante hasta entre tres y cuatro años y darán empleo en este tiempo, según lo previsto hasta a medio centenar trabajadores, muchos de la zona, como han sido los casos de propios trabajadores que pertenecienton a la central.
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