Su nombre se encuentra indisolublemente ligado al de la, actualmente denominada, Facultad de Ciencias Biológicas y Ambientales. Allí, continúa siendo profesor y el curso 2019/2020 será el último en el que los alumnos del Campus de Vegazana podrán aprender de un biólogo de referencia en la ciudad. Además, Penas fue uno de los primeros doctores de la ULE puesto que leyó su tesis el 14 de junio de 1980, a finales del primer curso completo sin depender de Oviedo.
Sobre aquella transición, Ángel Penas asegura que fue un proceso "muy correcto y loable entre las nuevas estructuras de León y las de la Universidad 'madre' de Oviedo". "Parte del personal de servicios de allí tuvo la oportunidad de incorporarse a la nueva ULE. A nivel de profesorado también y se comenzó una andadura que ha ido al alza hasta la actualidad", rememora el catedrático de Biología.
Años de bonanza
El profesor coyantino asegura que ser rector de la ULE fue una experiencia "enriquecedora pero que también desgasta". "Supone un esfuerzo colectivo porque aquí se coordina a un equipo que dirige a un Campus en el que operan 16.000 o 17.000 personas. Es casi lo equivalente a un Ayuntamiento", expone Penas sobre sus dos mandatos al frente de la Universidad, del 2000 al 2008.
Unos años previos a la crisis, «en los que el país iba económicamente muy bien», que permitieron a la ULE de Penas acceder a "más recursos". Entre los adelantos de esta etapa para el Campus de Vegazana estaría la llegada de titulaciones de referencia como Ingeniería Aeronáutica o Biotecnología, así como el salto de escuelas técnicas a superiores de Industriales, Minas y Agrícolas. El catedrático coyantino también considera que su equipo colocó las bases, "aunque se pusieran en marcha al poco", para el centro de supercomputación o el Hospital Veterinario.
Penas apunta que también fueron años de progreso para el Campus de Ponferrada que vivió "el desarrollo a nivel de infraestructuras y profesorado". A la capital berciana también llegó el título de Fisioterapia. "Hubo una llegada a la ULE de las titulaciones más demandadas y que hoy tienen el mayor nivel de alumnado", señala el que fuera rector durante ocho años.
Una mirada al futuro
Sobre el futuro, Ángel Penas bromea que lo que más le preocupa es su jubilación a partir de septiembre de 2020. Unos años venideros que para la ULE aconseja que "refuerce y mejore" lo que ya hay por encima de intentar buscar nuevas titulaciones. "No hay que perder la perspectiva ante cuestiones novedosas que aparecen continuamente, pero lo que venga no puede deteriorar lo que ya tenemos", apunta el exrector.
Encarrilándose hacia su medio siglo de historia, la ULE "debe continuar mejorando siempre". "Hay que luchar por infraestructuras más enriquecedoras para profesores, investigadores y alumnos", reivindica Penas.