Ana Alonso: "El azul transmite quietud"

Ana Alonso considera cuando menos chocante que a una pintora leonesa «de secano» le encante pintar el mar. «En mis cuadros siempre hay agua», reconoce esta artista de formación autodidacta que desde este miércoles expone dos de sus pinturas marinas en el Camarote Madrid. «Empecé a pintar desde muy joven y siempre me atrajo el agua, desde un simple charco hasta el inmenso mar o el reflejo de la luz sobre una superficie mojada», argumenta una pintora que asegura sentirse totalmente fascinada por la naturaleza y esa fascinación es la que procura plasmar en sus cuadros.

El por qué de esa fijación por el mar, que casi siempre pinta de memoria, podría tener como respuesta los veraneos en la vecina Asturias con sus padres cuando todavía era una niña y cómo esa imagen del mar se le quedó grabada para siempre en la retina. El hecho de que su madre descienda de la zona de Villameca y la casa que posee en Riaño también han contribuido a que el agua haya estado presente en su vida y del mismo modo en sus obras, con esas tonalidades azules que describen tanto el mar como el cielo hasta llegar a confundirse en el horizonte, y donde incluso la tierra adquiere unos tonos azules que la artista leonesa combina con algunos ocres y verdes.

Preguntada por las sensaciones que le provoca el azul, Alonso responde sin dudar: paz. «Aparte de pintar el agua con mi obra lo que pretendo transmitir es paz. Para mí es fundamental que la gente que tiene mi obra en sus casas al contemplarla en cualquier momento del día les trasmita esa paz, esa calma, y el azul es el color del que me valgo para transmitir serenidad», reconoce la artista, una gama de azules que le sirven tanto para el mar como para el cielo, incluso para dar profundidad a las montañas y para unos paisajes que tienden cada vez más a la abstracción.

Ana Alonso ha expuesto sus cuadros en diferentes ciudades españolas, pero también en Nueva York y en Milán. «La exposición en Nueva York tuvo lugar hace muchos años a través de la galería de arte Santos. Nos juntamos unos cuantos pintores y con él hicimos algunas exposiciones en Madrid y en otras ciudades, entre ellas Nueva York gracias a unos contactos que tenía el galerista. En el caso de Milán se hizo a través de la galería de arte Van Gogh», recuerda Alonso, que reconoce sentirse especialmente integrada en el caso de la ciudad de los rascacielos. «La primera vez que visité Nueva York tuve la sensación de haber estado allí anteriormente, a lo mejor por mi gran afición al cine. Una sensación que no he experimentado con ninguna otra ciudad que haya visitado», concluye.