12/02/2017
 Actualizado a 15/09/2019
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No veo razón por la que los patrones de los enamorados no pudieran ser Catulo u Ovidio, por ejemplo. Si acaso que en absoluto encajan el modelo de patronazgo que allá por el siglo XIII nos legó el dominico y obispo genovés Jacobo de la Vorágine, autor de la ‘La leyenda dorada’. Una obra que recopila leyendas de los santos con la única intención de avivar la religiosidad popular de gentes ya de por sí piadosas y crédulas pero que sirvió, y sirve, para entender la iconografía que se despliega ante nuestros ojos en cualquier iglesia católica de cualquier lugar de este país por minúsculo que sea. A mí ‘La leyenda dorada’ me ha parecido siempre un libro fantástico que merece la pena leer precisamente por lo que a muchos tal vez les espante: porque ni es verosímil, ni fiel a la historia, ni contrastado. Simplemente hay que dejarse llevar por la narración que discurre, como en todo buen cuento, entre el temor, la intriga o lo tierno y que tiene, como es natural, buenos y malos bien diferenciados. Aunque al final uno no entienda muy bien por qué santa Bárbara termina siendo patrona de las tormentas o de los mineros. De san Valentín se acordó también Santiago de la Vorágine, aunque al final con este santo hayamos terminado haciéndonos un lío. El lío debía ser tan intrincado que apeó al propio santo del santoral privándole de una fiesta que se celebraba en la liturgia cristiana el 14 de febrero. Su historia es la un presbítero ejecutado en Roma por orden del emperador Claudio II el Gótico que debió ser enterrado en unas catacumbas próximas a la puerta Flaminia, denominada hasta el siglo Xpuerta de San Valentín y hoy puerta del Popolo. Entre los méritos de este santo presuntamente relacionados con el amor estaba el de casar a los soldados a los que el emperador había privado del derecho al matrimonio. Una nimiedad que no aguanta comparación con los versos de Ovidio, el cantor de los tiernos amores. O de Catulo, derrochador de besos. Bendecidos ambos por los dioses y las musas con el don de la poesía.
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