Amiguiños sí, pero a vaquiña polo que vale

Llevamos una buena temporada que está todo manga por hombro y suceden cosas en el ámbito político y económico que hace 15 o 20 años nos habría costado creer. No son buenos tiempos para la política y la inestabilidad que sufrimos en multitud de aspectos de nuestra vida, se traslada a nuestros dirigentes y las instituciones que gobiernan, confundiéndose si cierta clase política es causa o consecuencia de los males de la sociedad.

Que se lo digan a los británicos que, desde aquella ocurrencia del odiado David Cameron del Brexit, no han levantado cabeza con una sucesión de primeros ministros que cada vez lo hacen peor, hasta llegar a una bochornosa tangana en los pasillos de la Cámara de los Comunes la noche del miércoles al jueves pasado, que derivó en la dimisión de la recién nombrada Liz Truss ayer mismo.

En Italia, por hablar de otro de los casos recientes (que no los únicos), también ven peligrar la formación de Gobierno tras unas polémicas declaraciones del eterno Silvio Berlusconi de apoyo a Putin dejando en una difícil situación a la recién elegida Giorgia Meloni. Bien es cierto que los italianos se llevan moviendo bien en el caos desde la muerte de Marco Licinio Craso, allá por el 50 antes de Cristo.

En España no hace falta que les diga cómo estamos porque lo saben perfectamente. El actual Gobierno se construyó desde la propia inestabilidad sustentado con socios poco fiables y de dudosa reputación y el objetivo de Sánchez y sus ministros es simplemente sobrevivir hasta las próximas elecciones, con el problema para los ciudadanos de que queda más de un año para que nos vuelvan a convocar a las urnas.

Al Gobierno le va a costar estirar el chicle hasta entonces, aunque sin duda lo intentarán con puestas en escena, juegos de ilusionista y mucha demagogia. Demagogia por cierto de la que estamos siendo testigos en nuestra provincia con anuncios grandilocuentes de proyectos que son una deuda para con los leoneses y que se han ido posponiendo en el tiempo.

Esta misma semana, semana en la que ha implosionado la ‘Mesa por León’, los representantes socialistas en nuestra provincia han anunciado el «firme compromiso» (tras 12 años) del impulso del eje logístico de Torneros. Del mismo modo, el secretario general provincial socialista Javier Alfonso Cendón, ha «anunciado que anunciará» el proyecto de la segunda fase de San Marcos.

Llama la atención que se hable de ambos proyectos tan solo unas semanas después de presentar el borrador de los Presupuestos Generales del Estado, en los que no se recoge partida alguna para dichos proyectos. Los dirigentes socialistas nos piden a la sociedad leonesa que hagamos un acto de fe y que, aunque no se vea ninguna partida específica, nos creamos que el dinero «estar, está, aunque no se vea».

La apuesta por los proyectos solo se demuestra con una cosa y es consignando partidas presupuestarias. Como dicen los gallegos: «Amiguiños sí, pero a vaquiña polo que vale».