Amancio González: "La técnica que ahora sigo se parece más al modelado o a la pintura"

El escultor leonés habla de su próxima acción en el ‘hall transformado’ y de los proyectos llevados a cabo meses atrás en México y Canadá

Joaquín Revuelta
23/10/2015
 Actualizado a 18/09/2019
La pieza escultórica en acero inoxidable instalada en la localidad de Granby, en la provincia canadiense de Quebec.
La pieza escultórica en acero inoxidable instalada en la localidad de Granby, en la provincia canadiense de Quebec.
El escultor leonés Amancio González ha venido desarrollando en los últimos meses una intensa actividad profesional que le ha llevado a cruzar el charco para participar en diferentes eventos en México y Canadá, mientras ultima, aquí en León, los preparativos de su primera contribución al programa ‘El hall transformado’ en la Facultad de Filosofía y Letras. "Primero estuve en México, donde participé en una residencia artística invitado por la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) para hacer un trabajo sobre el retrato escultórico y un convenio con dos localidades próximas a la capital Toluca, San Miguel Zinacantepec y SantaMaría Rayón. Ahí realizamos tres bustos que les interesaban a las comunidades sobre personajes relevantes del mundo de la cultura. Paralelamente a esto fui invitado a participar en un simposio de escultura en la localidad de Granby, en la provincia de Quebec. Después regresé a México para proseguir con la actividad de la residencia artística y de paso realizar una escultura para la agrupación leonesa en DF relativa a la jota leonesa, que es una de las actividades que más están promoviendo en este centro", asegura.

Sobre la figura de Canadá, Amancio González comenta que ha sido realizada en acero inoxidable siguiendo la técnica que viene desarrollando desde hace algún tiempo en las esculturas. "Primero secciono el metal en una medida más o menos similar, y esa unidad que son varios miles de piezas las voy soldando hasta componer la figura que realmente me interesa". En opinión del escultor leonés se trata de un proceso totalmente inverso al que ha venido realizando siempre. "Como escultor la técnica seguida hasta ahora consistía en quitarle al bloque lo que le sobra para llegar a lo que pretendes, mientras que la técnica que ahora estoy siguiendo se parece más al modelado o incluso a la pintura, desde el punto de vista de que puedes poner y quitar hasta conseguir lo que tú quieres. Partes de la nada y vas construyendo la figura", asegura González, para quien este proceso le permite desarrollar volúmenes casi en el aire y con muy pocos elementos de sujeción ser capaz de conseguir efectos que serían imposibles con la piedra, con el bronce o con la madera.Para Amancio González en este tipo de escultura no es tan importante el detalle como la silueta, permitiéndole desarrollar más profundamente el dibujo. "Estos elementos están más pensados para ver de lejos. Miles de barritas que parece como que se pixelan y es en la lejanía donde al fundirse uno es capaz de reconocer la figura", señala.El escultor leonés recuerda que comenzó a experimentar con esta técnica en 2001. De hecho ahora tiene una retrospectiva en hierro que abarca desde ese año hasta los trabajos más recientes y que están expuestos hasta el mes de diciembre en el Santuario de La Peregrina de Sahagún. "He llegado a esta nueva modalidad por el agotamiento del discurso en otros materiales. Después de que llevas mucho tiempo trabajando con la misma técnica, los mismos materiales y casi los mismos objetivos parece que llega un momento en que se va agotando y eso también te provoca una sensación de trabajo no deseado. La escultura es una pasión y cuando se pierde esa pasión empieza a convertirse en trabajo", reconoce.Para Amancio González la principal seña de identidad de cualquier artista es el lenguaje y en ese sentido le reconforta que la gente reconozca su obra por el lenguaje que ha querido aplicar. "En este cambio tan brusco, sobre todo de figuración con el material que estoy utilizando ahora, creo que sigo manteniendo el mismo lenguaje y de hecho cuando te alejas sí eres capaz de reconocer mis personajes porque, de alguna manera, el espectador es el que completa el detalle que no existe", asegura el artista.Roberto Castrillo ha invitado a Amancio González a participar en el programa ‘El hall transformado’ que desde hace años se viene realizando en el hall de la Facultad de Filosofía y Letras. "Tengo que reconocer que quizás hace años no me hubiera atrevido, porque los materiales con los que trabajaba estaban más limitados a lo que es la escultura concreta, independientemente de su relación con el espacio. Precisamente ha sido este material, esta nueva manera que tengo de trabajar ahora la escultura la que me da esa libertad de atreverme con espacios grandes y que ya funcionan y colocar una de mis obras en función de ese espacio. Esta obra está muy influenciada por esa arquitectura. El hall de Filosofía y Letras tiene un estilo muy determinado por la geometría y es un espacio que funciona por sí solo. Mi objetivo es colocar una obra en este hall con la intención de que pase desapercibida, de que cuando alguien la vea pueda llegar a pensar que lleva ahí muchos años".

Amancio González confiesa que siempre que puede procura arropar la figura de otros elementos con el fin de llegar a la unidad escultórica a base de combinar elementos orgánicos y geométricos. En este caso se trata de un cubo de seis metros de arista y un personaje que se enfrenta a él. "El personaje está intentando levantar algo que al mismo tiempo es aquello que lo sujeta, que le da seguridad. Tiene que ver con la propia naturaleza humana. Detrás de una escultura siempre hay un reto intelectual para cualquier espectador. Mis personajes pueden realizar acciones que forman parte de un sueño o de un pensamiento alejado de la realidad".

Aparte de su inminente intervención en el hall de Filosofía y Letras, Amancio González viajará próximamente a Fuerteventura para trabajar en un simposio de escultura que se hace en el Ayuntamiento de Pájara, al sur de la isla. Con el nuevo año llevará una selección de su obra escultórica a la galería Ármaga de la capital leonesa mientras avanza un proyecto "fuera de lo común en mi caso" como es una ruta que se va a crear en dos localidades a su juicio "muy hermosas", Paradilla y Geras, y que va a estar inspirada en un relato corto. "Vamos a acompañar el camino, apenas dos o tres kilómetros, con la lectura de un relato corto y una intervención escultórica", concluye.
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