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Amables leones o fieros espartanos

01/10/2020
 Actualizado a 01/10/2020
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Habrá conspiranoicos que afirmen que la Covid-19 realmente no tiene su origen en territorio chino, sino en una instalación secreta ubicada en el Parque Tecnológico de Boecillo. Y es que cuando parecía que tanto culpables como sufridores de la evolución de la provincia en las últimas décadas habían decidido unir sus fuerzas, para intentar dar luz al oscuro futuro de León, llega la Covid-19 y deja todo, incluida la ‘Mesa por León’, como mínimo en un segundo plano. Casi no se había puesto ni el mantel cuando el coronavirus obligó a los comensales a salir despavoridos y fijar su atención en otros objetivos.

Por suerte, esta semana Villablino ha sido escenario de una nueva reunión de la ‘Mesa por León’, a la que ya desde algunos sectores se le exigen avances significativos en cuanto a fijar estrategias concretas que consigan sacarnos de la UCI económica y social en la que estamos. Es un paso adelante la presentación oficial de la coordinadora de dicha iniciativa, Humildad Rodríguez, y también el anuncio de que el próximo 23 de octubre se celebrará en Astorga un foro municipal. Pero, o este proyecto coge rápido velocidad de crucero, o me temo que el impulso inicial se irá desvaneciendo, a lo que ineludiblemente ayudará la excepcional situación que todos estamos viviendo.

Además de la puesta de largo de Humildad Rodríguez, también se presentó el nuevo logo de este movimiento, que como era de prever utiliza el tono de nuestra bandera y un León como símbolo principal. Es una simple imagen y de ésta no dependerá el éxito o fracaso de la ‘Mesa por León’, pero en un mundo tan visual como en el que vivimos la imagen sí importa y además nos regala un divertido juego de perspectivas. Dicho logotipo no me disgusta y su simbología es interesante. Una corona hecha de montañas, una frente como la llanura del páramo, una flecha indicando avance y una barbilla redondeada para que todos, sin exclusión, nos sintamos integrados. Y todo ello apoyado en el mensaje de ‘somosleón’, que bien es cierto no destila mucha originalidad, pero que es contundente.

Eso sí, estamos ante un león que aparenta de todo menos fiereza, cuando quizás lo que necesitamos ahora es convertirnos en un animal que ruja como nunca, pero como mencionaba anteriormente, todo es cuestión de perspectiva y de puntos de vista. Y si no, les invito a que jueguen conmigo y observen el logotipo colocado boca abajo. La primera sorpresa que nos encontramos es que el lema de ‘somosleón’ se ha convertido en ‘noelsomos’. Ojalá esto sea premonitorio y los integrantes de la ‘Mesa por León’ cambien el morado de nuestra bandera por el rojo del gordinflón de Papá Noel y nos regalen todos los deseos que llevamos pidiendo desde hace años para esta tierra y que nunca nos ponen al lado del árbol. Igual de impactante es la mutación de la que ha sido protagonista el amable León, convirtiéndose en un guerrero barbudo y que con un casco protegiendo su cráneo está dispuesto a entrar en combate. Es más, si dejamos volar un poco nuestra imaginación, podríamos decir que estamos ante un espartano leonés, al que las circunstancias le han obligado a llevar una vida austera y carente de lujos.

Sin pretenderlo, el logotipo de la ‘Mesa por León’ nos sitúa ante el dilema de cómo afrontar el reto que tienen delante, como amables leones o como fieros espartanos. O dicho de otra manera, qué papel adoptará Humildad Rodríguez. Se convertirá en una alumna aventajada de Ángel Cristo mientras anima a los sumisos leones de la ‘Mesa por León’ a seguir haciendo acrobacias poco efectivas como hasta ahora o por el contrario, será la versión femenina de Leónidas mientras grite ‘¡Espartanos leoneses! ¿Cuál es vuestro oficio?’ Y entonces sólo habrá que estar atentos a la respuesta para adivinar el resultado final de la versión leonesa de la batalla de las Termópilas en la que estamos inmersos, ya que ésta pueda ser un dulce y complaciente ‘miau, miau, miau’ o un rudo y reivindicativo ‘¡au, au, au!’.
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