Alsa premia a un conductor berciano que salvó a una familia tras un accidente

Senén Hompanera contó el episodio en el que participó en 1988 para presentarse a un Concurso de Anécdotas de la empresa, que ganó, y cuyo premio recoge este día 5

Mar Iglesias
04/12/2019
 Actualizado a 05/12/2019
Senén vive en Toreno en la actualidad y viaja a Oviedo para recibir el premio. | MARIANO GARCÍA
Senén vive en Toreno en la actualidad y viaja a Oviedo para recibir el premio. | MARIANO GARCÍA
Un vecino de Toreno, natural de San Pedro Mallo, Senén Hompanera, jubilado de Alsa (Autobuses de Luarca S.A.), ha recibido el primer premio en el Concurso de Anécdotas que por primera vez este año ha publicado la empresa de transportes asturiana.Este día 5 le entregará el galardón, con una dotación económica que Senén desconoce, en la Estación de Autobuses de Oviedo.

Hasta allí viajará el conductor para recordar un episodio en su vida que le dejó marcado y que quiso relatar para participar en ese concurso que vio publicado en una revista interna. Su escrito vuelve a 1988, a una mañana de invierno lacianiego que amanecía a menos 10 grados.

Senén recuerda que cogió el autocar que iba de Villablino a Cangas de Narcea antes de las ocho de la mañana y en su trayecto sabía que existía un socavón, que los coches no apreciaban, pero en el que él reparaba al pasar cerca. Ese día lo hizo, pero del hueco salían dos luces de posición entre nieve que le hicieron saltar del asiento de conductor. No llevaba viajeros aún casi al inicio del recorrido y su instinto le hizo frenar en seco y dirigirse al socavón.

Allí encontró un coche en el que viajaban un matrimonio y una niña, congelados tras pasar la noche clavados en el hueco de la carretera. «Forcé la puerta del coche con una palanca. Cogí a la niña en brazos, porque me pareció que era la que peor estaba», relata y se la llevó al autobús para taparla con una manta.

Tras rescatar a los tres heridos, los subió en el autobús y tomó una decisión, seguir el recorrido hasta el Hospital Severo Ochoa de Cangas de Narcea, sin hacer paradas, para que atendieran a la cría, que tendría unos 9 años y que no dejaba de preocupar a Senén. Así lo hizo y, una vez dejó a los heridos en el Hospital «el encargado vino enfrentándose a mí, porque los viajeros llamaron que había pasado el bus y no les recogieron».

Senén habló con el jefe de Alsa, Secundino Cosme Adelaida «y me dijo que no me preocupara que no solo era correcto sino que era un honor saludarme». Y así se cerró el capítulo hasta que, al año siguiente, el hombre al que ayudó, que era de cerca de La Espina, consiguió localizarle y fue a visitarle. «Solo quería darme un abrazo y decirme que estaban bien». Senén se preocupó por el estado de la niña «me dijo que estaba bien, pero que había estado a punto de sufrir congelaciones en los pies». El hombre agradecido le regaló sidra, queso y chorizo «y me hizo saltar las lágrimas», dice emocionado Senén.

Su hermano también ha conseguido el tercer premio en el mismo Concurso. Conocido como «Héroe de Tremañes», su gesta fue sortear un golpe con su autobús a un camión «consiguió que no se dieran de frente, lo que hubiera sido una tragedia».

Senén cumple 69 años y lleva jubilado desde los 63. En Alsa estuvo trabajando 27 años y, tras jubilarse, le diagnosticaron una esclerosis múltiple que le obliga a caminar en muletas, aunque no olvida las luces que aquella noche, entre la fría madrugada, le pedían ayuda.
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