"No significa que son padres que peguen a sus hijos, sino que normalmente se trata de padres que no atienden adecuadamente sus necesidades: nos les escolarizan, no les llevan al médico, no les proporcionan los alimentos necesarios...", explica Rodríguez que indica que estos supuestos representan aproximadamente el 27% de los casos que les llegan. Un 21% sería por negligencias psíquicas, "que son las faltas de respuestas emocionales y emotivas que tiene el menor en su desarrollo; puede tener las necesidades básicas cubiertas, pero no en cuanto a afectividad, emociones, sentimientos...". Asimismo se dan casos de modelos inadecuados de familia, expone, y, en menor medida, de maltrato físico, abuso sexual, maltrato psicológico...
Sostiene Rodríguez que la Junta trabaja en la prevención contribuyendo a financiar los equipos específicos de las corporaciones locales, «se trata de ‘vacunar’ para evitar males mayores, evitar que la situación se torne más grave con la mediación de estos servicios previos». La Junta de Castilla yLeón interviene cuando hay que separar al menor de sus padres.
Cuando se comprueba que se dan estas situaciones, la administración asume la tutela del menor, normalmente de forma temporal. "Tratamos de que si hay que separarlo de su familia se le separe, pero que sea de forma provisional mientras su familia biológica se capacita". En ese tiempo, el menor tutelado es trasladado a un centro de menores o, preferentemente, con una familia de acogida.
Son familias que se ofrecen a hacerse cargo del menor mientras se resuelve si situación, pero nunca con fines de adopción. "Saben que es una situación complicada porque tiene un final".
Se trata de un periodo que procuran que no se alargue más de dos años. Si en ese tiempo la familia biológica no ha logrado capacitarse, se toma una decisión definitiva respecto al menor, que lo más común es que vaya en adopción.
Programa de acogimiento familiar
Explica Rodríguez que el programa de acogimiento familiar es de los que más prioridades tiene en el sistema de protección de la Junta que se articula sobre tres ejes: la prevención, el apoyo a las familias biológicas y el acogimiento familiar. Castilla yLeón era de las comunidades más pioneras en la puesta en marcha de este programa que está vigente desde el año 87. Se trata de familias que se ofrecen a acoger a menores que están, temporalmente, bajo tutela de la administración. León, destaca, "siempre ha sido una de las provincias que más solidaridad de familias de acogida ha presentado". La Consejería, a través de Cruz Roja, trabaja con las familias proporcionándoles formación y apoyo en todo el proceso "para que no se sientan solas". Y añade el director técnico de Atención a la Infancia que "Castilla y León es una de las comunidades que más trata de compensar el gasto que supone el acogimiento".
El pasado año se realizaron 927 acogimientos familiares en toda la comunidad. De esos 927, 282 se corresponden a la provincia de León que es, además, "la que más aporta en este sentido al sistema de protección".
Pablo Rodríguez aprovecha la ocasión para hacer un llamiento: "Necesitamos familias para acoger niños". Según indica, "ahora mismo unos 90-100 menores podrían ser acogidos y, sin embargo, no tienen familias para ellos".
Sobre la posible relación que la crisis haya podido tener con la desprotección de menores, el director técnico sostiene que, en lo que los casos que a ellos les competen, que son los más graves, "más o menos se mantienen estables; se han incrementado un poco, entre un uno y un dos por ciento en estos años de dificultades económicas, pero se mantienen bastante estables". A ese ligero aumento señalan que han respondido con una mayor actuación preventiva pues en las administraciones locales sí se ha dejado sentir más el incremento. En 2013, atendieron a 6.030 menores, mientras que en 2014 ascendieron a 6.992.