Almería 3 - Ponferradina 1: 'Derrota por incomparecencia'

Un triplete de Sadiq a la media hora de partido pone punto y final por la vía rápida a un fin de semana para olvidar de la Ponferradina

J. A.
03/01/2021
 Actualizado a 03/01/2021
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Lo que mal empieza mal suele acabar y el primer fin de semana del año ya comenzaba torcido para la Sociedad Deportiva Ponferradina desde muy pronto. Los positivos de Bolo y Ríos Reina el viernes y la confirmación de los mismos además del negativo del resto y la posibilidad de jugar en Almería, dejaba un ambiente enrarecido y ni mucho menos el mejor para afrontar un partido más que complicado ante un equipo hecho a base de talonario para ascender a Primera División.

Y tan mal que pintaba. Media hora le duró el partido a la Ponferradina en Almería... siendo benévolos, porque la misión de puntuar en los Juegos Mediterráneos ya se había puesto cuesta arriba cuando ni siquiera había podido tocar el balón el conjunto berciano.

De lado a lado la llevó el Almería desde el círculo central para que la combinación interior entre Morlanes y Ager Aketxe habilitara el desmarque de Sadiq y que el nigeriano se quedase solo ante Caro para hacer el 1-0 en el primer minuto y en el primer balón que tocaba en el partido.

Quedaba noqueada una Ponferradina que presentaba un once de lujo, con las principales novedades de Erik Morán, Gaspar y Adri Castellano. Sin embargo, no encontraba la manera el equipo entrenado de forma circunstancial por Pablo Lago ni siquiera de plantar cara al Almería. Porque era la Deportiva un juguete en manos del conjunto andaluz, que sin hacer apenas nada se plantaba en el área berciana con espacio para tirar a puerta.

La pasividad defensiva de la Deportiva la castigó Sadiq, que mandó al palo el cuarto antes del descansoA un disparo lejano de Castellano que fue el primer acercamiento más o menos peligroso de la Deportiva, le siguieron una batería de ocasiones de los locales que terminaron desembocando en lo inevitable. Lo probaron Carvalho y Akieme con disparos desviados para que el 2-0 lo hiciera, quién si no, Sadiq. El delantero nigeriano demostraba tener ayer el imán del gol y veía como un balón ganado por Maras a Valcarce a la salida de un córner le caía ante la mala salida de Caro para marcar a placer a los 20 minutos.

El 2-0 no hacía más que reflejar la tremenda superioridad del Almería ante una Ponferradina superada a todos los niveles, en todas las zonas del campo. Es por eso que daba la sensación de que incluso se podía hacer daño la Deportiva con el resultado final, algo que no hizo más que confirmar el 3-0 que llegaba a la media hora de la manera más cruel.

Porque en la enésima llegada por banda del Almería, Aketxe la ponía en el área para que Caro despejase y de nuevo el balón le cayese franco a Sadiq para marcar a placer. No lo hizo el africano, que se recreó, quiso rizar el rizo y apunto estuvo de pifiarla, si bien su remate final resbalándose se terminaba por colar en la portería berciana para aumentar más la ventaja.

Un Sadiq que se pudo marchar al descanso con cuatro goles en su cuenta, algo que solo impidió el palo. El centro de Lazo lo controlaba completamente solo en el área pequeña el ariete, que ya sin especular soltaba un derechazo a bocajarro que se marchaba a la madera. Era la penúltima de una primera parte que solo podía tener peor final con una lesión, algo que terminó por llegar para confirmar que la cosa no podía tener mayor mal. Una mala acción de Manu Hernando hacía que el central se llevase la mano a la rodilla derecha entre evidentes gestos de dolor que terminaban por acabar con el jugador fuera del partido a pesar de sus intentos por regresar.

Y es que pedía el partido para la segunda parte poco más que evitar un mal mayor, ese que pudiera durar más de los 90 minutos de castigo que ya sabía la Deportiva que tenía por delante. Así lo dejaron entrever los cambios, pero no la actitud sobre el césped.

En poco se pareció el partido de la segunda mitad al de la primera. Con el resultado más que decidido, bajó el ritmo, se trabó por momentos incluso con entradas feas incomprensibles que hicieron que el partido ni siquiera acabase con los 22 jugadores sobre el terreno de juego. Porque si apenas ninguno de los dos equipos tuvo ocasiones de mover el marcador (la más clara fue de Juan Villar, que tenía el cuarto en un mano a mano que salvaba Caro), a falta de un cuarto de hora y con el partido calentándose por momentos, Akieme le clavaba la bota engemelo a Paris y el colegiado, previa visita fugaz al VAR, cambiaba la amarilla inicial por una roja.

Lo aprovechó la Deportiva, que demostró coraje en el tramo final llegando incluso a celebrar un gol. Fue de Curro, que tras una gran jugada con Dani Romera conectaba un disparo desde la frontal del área que batía a Makaridze.

No le perdió la cara al encuentro una Ponferradina que se fue incluso con buenas sensaciones de Almería, las que le dio acabar el partido acosando el área rival aunque sin más premio que meter en tensión al rival y probando al guardameta.

Era el final de unos días para olvidar, buscando recuperar cuanto antes la normalidad y la competitividad dejando lo vivido en una anécdota.
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