Alienación

22/02/2018
 Actualizado a 10/09/2019
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Los últimos estudios realizados sobre el mercado laboral son claros, se necesitan profesionales en muchas áreas que han quedado vacías por falta de personas con buena preparación y experiencia. Los empresarios acuden cada vez más a profesionales cualificados con el fin de solventar algunas fallas que les impiden alcanzar determinadas metas empresariales, pero las estadísticas cada vez son más abrumadoras, el empoderamiento en el puesto de trabajo de estos profesionales casi nunca llega. Seguimos viviendo situaciones laborales donde la máxima «el empresario siempre tiene la razón», sigue muy presente e impide que el personal laboral pueda poner en práctica toda la experiencia adquirida en pro de la empresa. Lean ustedes un libro que cayó en mis manos cuando tan solo tenía diecisiete años, ‘Principio de Peter’, basado en el estudio de las jerarquías en las organizaciones modernas, en el que se plantea como las personas alcanzan puestos en los que al final adquieren su máximo nivel de incompetencia. Las limitaciones impuestas a un individuo por factores externos al mismo, vienen dadas en la mayoría de los casos por la incompetencia de los que tiene a su alrededor, personas acomodadas en un puesto que no están dispuestas a asumir una mayor carga laboral, muchas de las ocasiones por falta de conocimiento en la materia o simplemente por miedo a que su incompetencia pueda ser descubierta. La diligencia en el trabajo y el cumplimiento de las normas, son valoradas como trabajo bien hecho dentro de algunas jerarquías empresariales, es lo que Peter llama «autómatas profesionales», personal laboral que no tiene por objetivo resolver problemas, sino seguir las normas, quedando relegados aquellos cuya meta es hallar y dar solución a cualquier asunto. Aquí la contradicción del ser humano y de la empresa. Imaginen ustedes a un arquitecto que le encarguen que comience una casa por el tejado, o un fontanero que el encargo sean tuberías para transportar tierra, los niveles de incompetencia llegan a situaciones parecidas a estas, que provienen por parte de puestos ocupados por personas cuya valía para los mismos, acaban por dinamitar todo lo que tienen delante. Puede esto responder cómo empresas o negocios no avanzan o simplemente cierran, por personas promocionadas en puestos en los que ni siquiera llegan a formular objetivos, puestos que no son de su agrado o directamente son demasiado difíciles. Todo en esta vida se puede aprender y sabemos que «la nata sube hasta cortarse».
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