"Algunos políticos dormían plácidamente, pero el despertador de León está sonando"

Entrevista a Xosepe Vega y Enrique Reguero, secretarios provinciales de CCOO y UGT

David Rubio / Alfonso Martínez
02/02/2020
 Actualizado a 02/02/2020
Los secretarios provinciales de UGT Y CCOO, Enrique Reguero y Xosepe Vega. | SAÚL ARÉN
Los secretarios provinciales de UGT Y CCOO, Enrique Reguero y Xosepe Vega. | SAÚL ARÉN
Se han fijado como reto sentar en la misma mesa a todas las administraciones de las que depende el futuro de la provincia para que trabajen unidas al margen de colores políticos y bajo la presión de la calle con manifestaciones en León, Ponferrada y Villablino el próximo 16 de febrero. Los líderes de los principales sindicatos analizan las causas y los objetivos de esta iniciativa.

– ¿Por qué León no puede esperar más? ¿Ha habido algún detonante para estas protestas del 16 de febrero?
Xosepe Vega (XV): Los indicadores económicos ya decían hace un año y medio que la situación era casi límite. Y desde entonces las cosas no han mejorado. Hay muchos factores que nos han llevado a esta situación, pero hemos salido mucho peor que otros territorios de la crisis económica. En otras partes de España ya se ha recuperado el número de afiliados a la Seguridad Social, pero en León estamos muy por debajo incluso descontando la minería. Ahora nos asomamos a tiempos de incertidumbre a nivel mundial y a un enfriamiento económico. Y con una economía que ha demostrado tan poco margen para adecuarse a las dificultades y salir adelante, la cosa sería más catastrófica en la coyuntura que se avecina. Por eso es el momento. Hay que actuar antes de una recesión económica en la que no se pueda hacer nada, en la que vuelvan las cantinelas de la falta de dinero y en la que nos lleve por delante el viento de la historia. Se avecinan tiempos difíciles y por eso es el momento.

– Su propuesta de una mesa por el futuro de León va recabando apoyos. ¿Qué sensaciones tienen tras las reuniones que han ido manteniendo estos días?
Enrique Reguero (ER): Es un recorrido que arrancamos el 15 de noviembre del año pasado después de reunirnos con más de 50 organizaciones. Ahora retomamos esa hoja de ruta y de momento la sensación es positiva, porque esta vez nadie quiere quedarse fuera de la foto. Tenemos una intensa agenda de reuniones con diferentes organizaciones. La sensación es buena porque el mensaje que estamos lanzando es pedagógico en el sentido de que ya está bien de echarse la culpa unos a otros. Ya no es una cuestión de colores. Es una cuestión de ver que León está en un estado muy grave y hay que crear una sensación positiva de unir voluntades. Es el momento de la inteligencia con mayúsculas por parte de todos para sacar a esta provincia del declive en el que está. Es una situación límite y hay que apartarse un poco de lo que digan desde Valladolid o Madrid y tener desde aquí capacidad suficiente para salir adelante.

– ¿Cuándo prevén que esta mesa pueda tomar forma y comenzar a trabajar?
XV: Poner fechas solo serviría para desviar la atención. Las iniciativas que ha habido anteriormente a la hora de unirnos todos por León no pasaban del buenismo y la declaración de intenciones. Ahora hablamos de algo diferente. Esto no es un segundo pacto por León, sino una mesa de administraciones que tienen capacidad de gestionar fondos y cambiar de alguna manera la marcha económica de la provincia. Pedimos que esas políticas se alineen y empiecen a converger de alguna manera en un foro que sirva para que la ciudadanía entienda por qué se ponen en marcha esas medidas.

La gente se preocupa por la ruptura de España por la periferia, pero por donde se rompe es por el oeste– ¿Pero esa foto de la que nadie se quiere quedar fuera será antes o después de las manifestaciones?
XV: Cuanto antes. Si fuera mañana, mejor, pero no es una cuestión de si la foto se hace antes o después. Aunque se hiciera ahora mismo, la movilización iba a continuar. Lo que hace falta en esta provincia no solo son administraciones implicadas y generosas con León, sino también una ciudadanía en movimiento. Necesitamos una sociedad leonesa muy exigente y reivindicativa. Y eso se demuestra en la calle. Tenemos que establecer un nivel de presión con el que los políticos entiendan que el despertador está sonando. Algunos dormían muy plácidamente en la cama, pero el despertador de León suena. Haya mesa antes o después, la movilización se va a mantener para presionar y lograr que lo que se hable sea productivo y no sea otra vez un cúmulo de declaraciones de intenciones. Necesitamos que haya un ente que gestione todo esto con dotación presupuestaria. Hay fórmulas interesantes y útiles que se han aplicado en Europa a la hora de captar la inversión hacia León más allá del juego político.

– ¿Cuáles son las principales reivindicaciones a plantear en la mesa?
ER: Son cuestiones de sobra conocidas por los leoneses. Independientemente del cierre de la minería, es el problema de toda una provincia. El campo, la agricultura, la ciudad, el alfoz… Es todo y por eso tiene que haber un plan urgente con medidas extraordinarias dentro de los presupuestos del Gobierno y de la Junta. Hay que exigir más a las administraciones. Siempre aportan algo a todas las provincias, pero lo importante es conocer el deterioro económico de cada una de ellas. Solo hay que ver que las tasas de actividad más bajas están en el noroeste y una de ellas es la de León. En esta zona hay un cáncer. Diagnósticos ya tenemos más que suficientes y lo que hay que hacer es poner el tratamiento y remediar esta situación. Cuando se nos desvía la atención a otros problemas, como Cataluña, no vemos que los demás nos estamos dejando morir por defender una España que es insolidaria con las provincias del noroeste. Es fundamental desbloquear el polígono de Torneros, pero también el del Bierzo. Esas infraestructuras, unidas al Corredor Atlántico, conllevarían un desarrollo importante y la creación de muchos puestos de trabajo. Ha ocurrido con el centro logístico Zaragoza Plaza, que ha generado más de 10.000 empleos directos. Si León es un enclave fundamental del noroeste, si han venido centros logísticos de empresas como Zara o Inditex, es por algo. Desarrollemos ese potencial de León y démosle el impulso definitivo. Y eso se hace con voluntad política.

– ¿Cuál debería ser la postura de la mesa por el futuro de León en el debate sobre la autonomía?
XV: Es una mesa que busca la unidad a la hora de hallar soluciones económicas y no tiene por qué juzgar ni pontificar en este asunto, ni en un sentido ni en otro. Si hiciera eso, la mesa se estaría extralimitando. Las administraciones deben dedicarse a ejercer sus competencias con la mayor eficacia posible y poniendo en común sus políticas. En otros ámbitos de nuestra vida diaria, ese debate afecta. Hay unos posicionamientos y otros, pero ninguno es ilegítimo. No hay que verlo como un problema, sino como un reflejo de la sociedad leonesa.
ER: Ese sentimiento leonés y leonesista ha existido, existe y existirá. Ahora el alcalde de León lo ha puesto de relieve y es normal que resurja cuando estamos en una situación como la actual. Es legítimo, pero nuestro trabajo es afrontar esa situación buscando soluciones entre todos. A lo mejor hay que cambiar el rumbo y empezar a unir voluntades al margen de las ideologías para luchar por un territorio que se nos muere. Daríamos un ejemplo al resto del país. Es la hora de la inteligencia y no de ponerse a parir unos a otros.

Si nos invisibilizamos y nos callamos, nadie entiende el problema de León fuera y se piensa que no es tan grave– León sigue perdiendo población e industria a pasos agigantados. ¿Es por eso que necesita medidas especiales?
XV: La provincia padece un deterioro acelerado por una sucesión de crisis que se sumaron a una situación ya complicada. A la crisis económica se sumó el cierre de las minas y las térmicas. Ha sido un golpe detrás de otro. Si te golpeas una vez, duele, si te golpeas dos, igual te desmayas. Hay además un componente sociológico que no se valora. No estoy de acuerdo con planteamientos negacionistas que dicen que hay otros sitios que están igual. No. Puede que el resultado final sea parecido, pero el proceso también cuenta. No es lo mismo que una provincia lleve despoblada dos siglos que una que era hasta hace un tiempo la más poblada de la comunidad y de pronto empiece a perder habitantes de esta manera. No es lo mismo una provincia que nunca tuvo una economía boyante que una que la tuvo y de repente desapareció. Eso tiene una trascendencia sociológica y construye carácter. La sociedad leonesa está profundamente deprimida. Y esa depresión tiene a mi juicio dos vertientes, el victimismo y el cinismo.

– ¿Dónde observa ese cinismo?
XV: Hay gente que se ríe de cualquier propuesta y sabe de antemano que aquí no se va a hacer nada. Esa depresión de la que hablo se observa en muchos planos, como en algunas actitudes e en el mercado de trabajo o en las empresas o en la falta de capacidad a la hora de arriesgar y hacer cosas distintas. Esto se traduce en que nos invisibilizamos. Y cuando nos invisibilizamos y nos callamos, no se entiende lo que ocurre aquí y fuera se piensa que el problema no es tan grave. Fuera no se entiende ni el problema leonés, ni el carácter leonés. No se entiende nada porque muchos leoneses, cuando salen de la provincia y oyen algo, reaccionan con el silencio y una actitud acomplejada que no ayuda nada. Por eso reclamamos una respuesta colectiva, porque hay que hacer ruido y nos tienen que escuchar. Tienen que entender en Madrid que hay un problema gordo aquí. Y es un problema no solo de León, sino de una parte importantísima de España. Hay gente que se preocupa de la ruptura de España por las periferias, pero por donde se está rompiendo es por el oeste, donde estamos abandonando a una importante del país y generando cada vez más desequilibrios. Cuanto más pobre y despoblado es el oeste, más nacionalismos periféricos existen en el este. Es normal, porque es consecuencia del desequilibrio. ¿Cómo se construye España? Generando equilibrio. Hay que resolver el problema de León, que es el epicentro de esa zona, el agujero negro, el sitio donde hay que actuar, el más indicado desde el punto de vista estratégico. Es donde más fácil se va a extender hacia otros territorios la gota de tinta que echemos en el caldero blanco. Si se hace en una esquina, es más difícil. Zamora, Lugo y Orense están muy mal, pero no hay masa crítica para hacer ese ruido. Una reivindicación leonesa es una contribución importante al equilibrio de España.

La sociedad leonesa va a salir a las calles sin temor, que no se queden en casa   y no piensen que da igual– En esa situación de depresión es difícil movilizar a la sociedad leonesa, pero si se vuelve a intentar es porque habrá buenas perspectivas…
ER: Nuestra hoja de ruta está clara desde hace tiempo, no vamos a parar. Ahora esperábamos a que hubiera Gobierno de España para tener a quien pedir cuando en los próximos meses se aprueben unos presupuestos. Ahora la Junta no tendrá disculpa para no hacer los suyos. Las administraciones se han estabilizado y los presupuestos van a salir. Por eso es el momento propicio para esta reivindicación. El año pasado hubo una respuesta en la calle y ahora hay más mimbres. Hemos perdido un año y medio por el camino y sin nada. Haciendo esta pedagogía a la hora de unir voluntades e ir en positivo, creo que la sociedad leonesa va a salir a la calle sin temor. Que no se queden en casa, que no piensen que da igual. Tenemos que inundar la calle, porque por primera vez se empieza a hablar fuera de León de nuestro problema. Nos estamos dejando la piel por el futuro de esta tierra.

– ¿Nos apresuramos demasiado a cerrar las minas? Ahora eso nos puede penalizar en el reparto de ayudas europeas…
XV: Los Gobiernos se apresuraron, sí. Pero Europa ha tenido mucha jeta, porque han apretado mucho para que cerrásemos las minas. Otra cosa es que haya habido otros países que por alguna razón sabían que esa orden de cierre no hacía falta cumplirla. Y encima se aprovechan. La cuestión no es echar mierda contra nuestra gente, sino que igual tenemos que denunciar la desfachatez de los alemanes, los polacos y algunos funcionarios europeos para armar un plan y un discurso que ha dejado esta región como la ha dejado. Se ha cometido una injusticia y lo vamos a denunciar.
ER: Nuestros políticos en Europa tienen que tener la capacidad de revertir esta situación. ¿Por qué unos sí y otros no? ¿Somos los más tontos? Hemos cumplido rápido y los demás no.

– El presidente de Extremadura culpaba a la subida del salario mínimo de la caída del empleo en el campo. ¿Puede ocurrir lo mismo aquí?
ER: Felicito al Gobierno por esa subida, pese a no ser la deseada de mil euros, y por sentarse después de mucho tiempo en el Diálogo Social. Que digan que perjudica… Cuanto más gane un trabajador, más va a consumir y más va a reactivarse la economía.
XV: La subida del salario mínimo no destruye empleo. Es motor de crecimiento. Otra cosa es que el campo tenga una dificultad en su regulación. Hay que empezar a mirarlo de otra manera. Estamos en una sociedad en la que se empieza a prescindir del campo, pero los seres humanos tenemos que alimentarnos. Es fácil hablar del salario mínimo sentado en la arrogancia de las cúspides y no desde la perspectiva de quien no llega a fin de mes.
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