Alguien vestirá las piezas rotas

15/03/2016
 Actualizado a 01/09/2019
15-03-2016-a-la-contra.jpg
15-03-2016-a-la-contra.jpg
Lo ves pálido, desmontado, olvidado y todo parece una ruina. Se siente desnudo ante todos. Menos mal que vendrán unas manos hábiles y en poco tiempo lucirá en un escaparate, vestida, ante las miradas de los paseantes, hasta hay quien entrar a la tienda la saluda.

Todos nos hemos sentido alguna vez desnudos y a piezas, indefensos. Un día Lolo, el dibujante, se quedó mudo, desnudo, cuando un hombre de Ponferrada se acercó con el libro que acababa de presentar sobre uno de sus personajes más conocidos, Tulio, y se lo posó en la mesa.

– ¿Aquién se lo dedico?

– A nadie, sólo quiero que me explique porqué a ese tipo impresentable le ha llamado Tulio, como yo le llamé a mi hijo.

– ¿Y usted porqué le llamó Tulio?

– Porque Tulio se llama su padre, Tulio se llama su abuelo...

Llevaba Lolo desde entonces 25 años desnudo ante Tulio padre, mascando esa historia. Hace unas semanas inauguró una exposición en Ponferrada y se le acercó un chaval. «¿Me firmas este libro?»

– Sí claro, pero es muy viejo, el Tulio.

– Es el que mi padre no quiso que le firmaras, yo soy Tulio.

No se lo acababa de creer. Fin de una larga historia de un maniquí roto. Pasaron 25 años pero Lolo ya no se siente desnudo.
Lo más leído