17/02/2015
 Actualizado a 08/09/2019
Guardar
Hace casi ocho años, a finales de julio, mi madre fue ingresada de urgencias en el complejo hospitalario de León. Nos dijeron que no tenían más remedio que operarla y prepararon todo para la operación, señalando día y hora. Los familiares estábamos esperando impacientes a que la recogieran para llevarla al quirófano. Pasaba el tiempo y nadie llegaba a buscarla. Cuando fuimos a informarnos a ver qué pasaba se nos dijo que no la iban a operar y que el médico se había ido de vacaciones. Ni siquiera se dignaron avisarnos. Tardó tres o cuatro días en morir, pero al menos no la mandaron para casa.

Hace cosa de un mes mi padre se puso muy mal y también fue llevado a urgencias. Lo lógico es que lo hubieran internado, pero lo mandaron para casa. Volvió a recaer y finalmente lo ingresaron en el hospital público del Monte de San Isidro. Realmente estaba mal, pero nos dijeron que allí no podía estar, que lo lleváramos para casa o le buscáramos una residencia. Ciertamente en esas condiciones, muriéndose, no estaba para ir a ninguna parte. Yo siempre he visto que a los enfermos terminales se les deja morir en el hospital y que para eso están los cuidados paliativos. Como haciéndonos un gran favor, lo derivaron al Hospital de Nuestra Señora de Regla a fin de tenerlo allí unos días hasta encontrarle una solución. La solución no ha podido ser más rápida, puesto que, como era de esperar, se murió. En honor a la verdad hay que decir que el trato recibido en el Hospital de la Regla ha sido exquisito.

¿Por qué escribo todo esto? No niego que en parte para desahogarme y manifestar mi indignación y enfado, pero también para que no se repita y para que otras personas no tengan que pasar por lo mismo. Alguien decía que será por lo de los recortes. En parte me cuesta creerlo, al menos desde la experiencia que tengo del Hospital del Bierzo, en el que visito a los enfermos con bastante frecuencia, y allí no pasa esto. Entiendo que no se puede generalizar, pero, desde la experiencia personal, la impresión que tengo respecto de los hospitales públicos de León es inevitablemente negativa.
Lo más leído