Alfredo Díez Escobar: "Sofcaple es una de las asociaciones más importantes y dinámicas de León"

El director de la Biblioteca Pública de León será nombrado Socio de Honor 2021 de Sofcaple en un acto que tendrá lugar este sábado en el Monasterio Hospedería Pax las Carbajalas

Joaquín Revuelta
02/07/2022
 Actualizado a 02/07/2022
Exposición 175 aniversario de la biblioteca en 2019. | MAURICIO PEÑA
Exposición 175 aniversario de la biblioteca en 2019. | MAURICIO PEÑA
El Monasterio Hospedería Pax las Carbajalas servirá de marco al acto de entrega, este sábado a partir de las 12:30 horas, del nombramiento como Socio de Honor 2021 de la Sociedad para el Fomento de Amigos del País de León a Alfredo Díez Escobar, director de la Biblioteca Pública de León. Desde Sofcaple destacan que «en sus 28 años de brillante trabajo al frente de la Biblioteca, Díez Escobar ha realizado una importantísima labor, integrando y haciendo partícipe a la sociedad leonesa de la Biblioteca Pública de León, donde se ha impulsado y realizado, bajo su dirección, una valiosa tarea cultural generada en muchas ocasiones, desde la misma biblioteca y en otras, colaborando con entidades que ha enriquecido el universo cultural leonés, logrando que la Biblioteca Pública de León fuera la casa de todos los leoneses amantes de las letras».

Alfredo Díez Escobar recuerda que desde que surgió Sofcaple en León en 2011-12 ha mantenido una relación muy estrecha con la Biblioteca Pública. «Desde 2014 se viene celebrando ya en la biblioteca el ciclo de conferencias que se titula ‘Cervantes por León’ y que está impulsado por Sofcaple. Precisamente se está programando ahora mismo las séptimas jornadas. A propósito de las actividades que ha mantenido la biblioteca, me parece importante reseñar una magnífica exposición sobre Juan Crisóstomo Torbado titulada ‘Juan Crisóstomo Torbado, hombre, arquitecto y artista’, que primero estuvo en La Peregrina de Sahagún y más tarde vino a la biblioteca, y la verdad es que pasó muchísima gente», recuerda Díez Escobar, que destaca la importante documentación y los elementos que allí se exponían, «todos originales y de gran valor, que abrió los ojos a muchísima gente para la que el arquitecto Torbado era simplemente el nombre de una calle de la capital y solo unos pocos sabían que había estado implicado en la restauración de la Catedral. A mi juicio esa fue una de las mejores exposiciones que se han celebrado en la biblioteca», asegura su director, que también quiere hacer alusión a otra interesante exposición realizada en colaboración con Sofcaple referente a las ilustraciones sobre el León Romano, «una exposición de carácter didáctico integrada por láminas que recreaban distintos aspectos de las instalaciones, etc, y la vida del campamento romano. Por desgracia, parece que se han perdido algunas de estas ilustraciones», se lamenta Díez Escobar, que no tiene reparos en asegurar que «Sofcaple es una de las asociaciones más importantes y dinámicas de León, por no decir la más importante, que se caracteriza por su gran número de actividades, con unas programaciones culturales muy variadas en distintos ámbitos: arte, historia, literatura, música... Aquí también se han celebrado conferencias, las exposiciones antes citadas, los itinerarios didácticos, esas visitas monográficas como los murales de Vela Zanetti o las rutas de la Judería. Ahora Sofcaple ha abierto una nueva línea, precisamente con la publicación de los Fueros de León, que tiene unos estudios muy interesantes. Con todo esto, a mí realmente lo que me sorprende de Sofcaple es que nació como una asociación de carácter local, que poco a poco ha ido abriendo su campo de acción, primero a la provincia y ahora está dando un paso más en esta línea con un proyecto de abrirse a las provincias vecinas», sostiene el director de la Biblioteca Pública de León. Prueba de ello es la ampliación de las Jornadas de la Catedral a las catedrales que se encuentran en el Camino de Santiago, siendo la de Astorga la primera beneficiada y a la que seguirán en fechas próximas las de Burgos y Santiago. Aunque ya no está en primera línea, es inevitable mencionar la figura de Vicente Carvajal, que en la actualidad, desde su puesto como vocal de la junta directiva de la asociación, sigue siendo la cabeza pensante de Sofcaple. «Hay veces que hablando con él te apabulla por la cantidad de ideas que tiene y la cantidad de proyectos, que luego no se desarrollan todos pero sí casi todos y de una manera distinta a la que te comentó. Soy consciente de que tiene ahora mismo una serie de proyectos listos para poner en marcha, alguno verdaderamente ambicioso y muy interesante. Es cierto que esa persona estuvo de presidente, que ahora no lo está, pero que sin embargo está como una caldera en ebullición continuamente y sigue con ello».

Alfredo Díez Escobar quiere dejar claro que la biblioteca está abierta a todo el mundo, al público en general, a los centros de enseñanza y a todas las asociaciones culturales. «Además de Sofcaple, también hemos colaborado con otras asociaciones, como puede ser Promonumenta o la Asociación de Amigos del Camino de Santiago. Pero por circunstancias con la que ha habido una mayor relación, un mayor vínculo y una mayor colaboración ha sido con Sofcaple», reconoce el director de la Biblioteca Pública, para quien una de las líneas de trabajo ha sido la de abrir al público todos los servicios con que cuenta la biblioteca. «Esa ha sido mi línea de actuación, poner este centro a disposición tanto de los usuarios como de las asociaciones, con sus fondos e instalaciones».

A nadie se le escapa el hecho de la evolución que ha experimentado la sociedad con la llegada de las nuevas tecnologías, que han cambiado por completo nuestra manera de actuar. En este sentido parece que las bibliotecas han perdido la presencia que tuvieron antaño, al estar ahora al alcance de la mano un material cultural  que entonces tan solo se podía obtener acudiendo a este tipo de centros. «Lo único que puedo decir es que ha habido una evolución interesantísima, apasionante. Yo puedo decir que me ha tocado vivir esa fase. Cuando entré a trabajar por primera vez en la Biblioteca Pública de Palencia no había ordenador, todo estaba por los sistemas tradicionales y las bibliotecas se concebían como centros de conservación. También es cierto que ya se estaban abriendo al público, se había habilitado una sección infantil y los usuarios podían venir solo a consultar los libros y la prensa, pero no se los podían llevar a casa. Sin embargo, a los pocos años de haber empezado a trabajar, la Subdirección General del Libro y Bibliotecas creo que es la que ha marcado desde el primer momento una línea interesantísima, que se ha mantenido y ha hecho posible que seamos unas bibliotecas públicas en general afortunadamente avanzadas. Hemos vivido una temporada verdaderamente apasionante, con toda la automatización, la digitalización de los libros, etc, y luego con la llegada de Internet se empezó a cuestionar el futuro de este tipo de centros. Sin embargo, nos vamos dando cuenta que las bibliotecas siguen teniendo cabida en la sociedad y siguen convirtiéndose, a lo mejor no en el epicentro cultural que fueron en un tiempo, pero sí manteniendo los servicios, porque una de las características importantes de las bibliotecas es que se van adaptando a la sociedad del momento. Se trata de ver qué demanda la sociedad y cómo las bibliotecas podemos adaptarnos a esas demandas».

Preguntado si el público joven reconoce la importancia que tienen las bibliotecas, Alfredo Díez Escobar cree que es necesario hacer un paréntesis. «La pandemia ha hecho mucha mella en las bibliotecas. Nosotros hemos estado con la hemeroteca y la sección infantil cerradas dieciocho meses por instrucciones, aparte de los cinco meses que estuvo cerrada la biblioteca para todo el mundo. Si hacemos el paréntesis, que es lógico, podemos decir que la gente joven no es precisamente el mayor usuario de la biblioteca. Nosotros distinguimos perfectamente que teníamos unos lectores infantiles que en el momento en que entraban en la adolescencia un porcentaje altísimo desaparecían, y después cuando esos adolescentes se hacían jóvenes recuperábamos parcialmente. Es uno de los grandes problemas que tenemos las bibliotecas, que no tenemos capacidad para convocar a este tipo de jóvenes. No tenemos espacios atractivos, ni fondos interesantes para que estos jóvenes consideren que un punto de interés y de ocio es la biblioteca. Sin embargo en cuanto pasan esa fase se recupera una parte menor de la población juvenil. Podemos decir que el grueso es la población adulta y la población infantil».

Alfredo Díez Escobar se muestra razonablemente optimista sobre el futuro de las bibliotecas. «Tengo que decir que la biblioteca tiene muchos años de historia. Ya teníamos bibliotecas en la antigüedad, que eran de conservación, pero las bibliotecas se han ido adaptando y estoy convencido de que se seguirán adaptando a las necesidades de la sociedad. Si la biblioteca va pareja a la sociedad, indudablemente que tiene futuro. Si la biblioteca se desliga de la sociedad, se acabará convirtiendo en un museo de libros. Pero yo creo que la biblioteca seguirá haciendo esos esfuerzos por ver en qué lugar puede estar sirviendo a la sociedad», concluye.
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