Alfredo De Arriba: "Si el Gobierno no ayuda ahora para que venga gente, que se olviden de los pueblos"

El alcalde de Barjas no ve más salida a la despoblación que buscar el regreso a las poblaciones que en cinco años no existirán

Mar Iglesias
30/09/2019
 Actualizado a 30/09/2019
Alfredo De Arriba en la presentación de una de las ediciones de los versos en el Hayedo de Busmayor. | M.I.
Alfredo De Arriba en la presentación de una de las ediciones de los versos en el Hayedo de Busmayor. | M.I.
Es uno de los alcaldes más longevos del Bierzo con 34 años representando a su municipio, Barjas, el menor de la comarca en número de habitantes, al que ha visto ir cayendo hasta quedarse diezmado desde las casas a los colegios. Con 16 pequeñas poblaciones, la mayoría cuenta con menos de 10 habitantes y alguna solo con uno como marcaba en 2017 Barrosas, Quintela o Cruces. Ese para él es el peor trago tras unas elecciones que le han dejado claro que los vecinos le respaldan, porque no tiene oposición. Los cinco concejales son todos de su mismo equipo, como sucedió ya en el anterior mandato, pero recuerda tiempos en los fueron nueve. Tiempos que, aunque no tiene la esperanza de que vuelvan sí confía en que se de un vuelco antes de que los pueblos mueran.

–¿Satisfecho con los últimos resultados electorales que vuelven a revalidarle sin oposición?
- Sí, tenemos la totalidad del gobierno, con cinco concejales. El mandato pasado fue igual. Solo en mi segundo mandato hubo nueve concejales, pero de aquella éramos más de 400 habitantes. Ahora estamos muy bajos de gente porque se han ido. Los pueblos se van cayendo y estamos a punto de que algunos se queden sin nadie.

–¿Ese es para usted el mal sabor de boca que dejan unas elecciones con unos resultados para el PSOE inmejorables?
- Pues sí, lo peor es que veas como se despuebla esto. Éramos 14 pueblos vivos y ahora en muchos ya no queda gente, quitando Moldes que tiene unos 20 o Busmayor con unos 15, el resto no llegamos ni a eso.

–¿En estos 34 años al frente de Barjas, la administraciones no han hecho nada para no llegar a esta situación?

- Este ha sido un problema que vino porque lo que se intentó en un determinado momento es que la gente se fuera a trabajar lejos del pueblo. Los niños que estaban en los colegios, que llegaron a ser más de 30 se fueron. Los fueron llevando al colegio de Vega de Valcarce y algunos no podían con ese trajín de llevarlos y traerlos.

–¿Frenar de alguna manera esa despoblación es el reto que se marca?

- Tal y como están las cosas en 5 años la mayoría de los pueblos se quedarán solos. Tal vez se quede alguna zona con habitantes de verano pero poco más.Cada vez somos menos, aunque desde mayo parece que llega la gente, pero luego se vuelven a ir y eso para nosotros no es arreglo.

–¿Si tuviera la batuta para poner coto al problema qué haría?
- Lo veo complicado, porque nos quedan dos niños. Los demás se han ido y seguramente sus padres tengan que irse a trabajar a otrositio. Aquí se debería producir un cambio drástico a la inversa del que se dio. Intentar atraer a nuevos habitantes, bien que vuelvan quienes se fueron o que vengan de donde vengan. Pero lo demás no es fácil, porque requiere un esfuerzo grande y muchas veces no eres capaz a hacerlo o a mantenerlo.

–¿Tal vez esa potenciación del turismo que hace para que haya empleo, con rutas o el hayedo de Busmayor pueda ser una parte de la solución?
- Estamos haciendo lo que podemos pero no tenemos mucho dinero porque, cuanto menos vecinos tienes, menos presupuesto. Intentamos hacer rutas y potenciar el turismo...

–¿Qué hay del Centro de Interpretación del Hayedo que había anunciado que se haría?
- Estamos esperando a que la Diputación libere los 37.000 euros que había comprometido para este proyecto, con el fin de rehabilitar unas casas y destinarlas a este centro. De ese modo tendríamos algo allí para que la gente venga, porque de otra manera es difícil. También vemos que hay gente que pregunta si se venden casas y las hay baratas, aunque habría que rehabilitarlas. También ahora hay un bar en Busmayor con una gente de Ponferrada y parece que algo se mueve, aunque es muy difícil. La juventud no puede estar allí. No se hizo nada cuando se pudo y ahora todos son mayores de 60 años.

–¿Ni siquiera el tirón de la agroalimentación con las castañas funciona?

- Las castañas si un año se pagan bien se recogen y si no están abandonados los sotos. Tal vez podría haber gente que comprara casas y pudiera hacer algo allí, pero hoy no llegamos a 200 en toda la zona.

–¿Qué considera que se debe hacer por parte de las administraciones?
- Tienen que dar ayudas ahora mismo. Sino dan ayudas ahora para que la gente venga que se olviden de los pueblos. Deben traer a vecinos de donde sea y que eso abra la puerta a que se dediquen a las castañas, al ganado, al huerto...el problema que tenemos es que no hay gente y la que hay es mayor.Pero además no se puede soportar tener servicios precarios como el sanitario. Hace 23 días que no pasa un médico por Barjas y la gente espera horas a que llegue y a veces vuelve a casa sin que les vea. Eso hace que la gente se vaya, porque la están echando de sus pueblos. Para todo el Bierzo Oeste solo hay un médico. Nos dicen que no hay médicos, pero tenemos que tener servicio al menos una vez a la semana y no lo tenemos.

–Así las cosas, ¿Qué espera de los próximos cuatro años de mandato?
- Quiero intentar hacer algo, porque con 61 años soy de los más jóvenes que quedan y me han pedido que siga adelante, cuando ya lo quería dejar. Hay que intentar que venga juventud y si el gobierno ayuda a que sea así se podrá hacer algo. Pero si no dan ese giro esto se cae y muy pronto. Les pediría a las administraciones que salgan a visitar los pueblos para ver cómo están. En este momento son sitios preciosos, pero no ves a nadie por la calle y a los que ves son gente muy mayor y poca. Tenemos pueblos con tres personas y tenemos que llamarles desde el Ayuntamiento de vez en cuando para saber si están bien o necesitan algo. Es una situación límite que no se puede mantener.
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