Álex Villanueva se pasea por el Bierzo

Álex Villanueva no dio opción. El líder del Campeonato de España de Rallyes de Tierra tomó como un dogma el axioma que hace que el ganador del Rallye de Tierra del Bierzo se alce también como ganador de la general y no dio opción a sus rivales en ningún momento.

El madrileño estuvo imponente. Ya desde los primeros tramos mostró su dominio y solo se dejó un scratch, el quinto, que fue para Jorge del Cid, que terminó con un meritorio segundo puesto. El último cajón del podio fue para Pep Basols, que no pudo estrenar coche de mejor forma.

La carrera comenzaba en Noceda con Villanueva marcando terreno. En este primer tramo, con un tiempo de 5:35,9. Jorge del Cid era segundo, a solo 4 segundos. También comenzaba mandando el berciano Fernández Negro en la categoría Gr. N, mientras que Gómez Manzanilla lo hacía en dos ruedas motrices.

Del Cid aguntaba el tipo en Bembibre y Basols se hacía con el tercer puesto de la general, pero comenzaba a quedarse descolgado (38, 9 segundos) de un Villanueva que ya empezaba a dejar atrás rivales y redondeaba la mañana con la segunda pasada por la capital del Bierzo Alto y por Noceda aprovechando el pinchazo de Del Cid.

El madrileño fue el más rápido, pero también le acompaño la fortuna. La prueba hizo honor a los presagios de la organización, que ya avisaban de su dureza, y devoró a una veintena de pilotos, que se vieron obligados a abandonar. El que peor lo pasó fue Daniel Kinn, que incendió su coche, provocando que el sexto tramo fuera neutralizado.

Aunque Villanueva ya tenía media prueba en el bolsillo, la segunda vuelta por Cubillos del Sil confirmó que salvo abandono, la victoria era suya. El líder aumentaba su ventaja en otros 19 segundos, mientras que la sorpresa la daba Javier Pardo, que con con su pequeño Peugeot 208 R2 conseguía auparse al cuarto puesto de la clasificación en ese tramo.

A pesar de la ventaja, Villanueva no aflojó y también se llevó el último scratch, con el local, Alfredo Sal, colándose entre los mejores en el último tramo a los mandos de un Mitsubishi al que hizo volar.