Alerta contra ‘fascistas’

Dentro de quince días, el domingo 13 de febrero, se sustanciarán las elecciones de Castilla y León, unos comicios anticipados que están poniendo los pelos de punta y la carne de gallina a las izquierdas. Sobre todo al PSOE. Y más en concreto a Luis Tudanca, su ‘carismático’ líder, a quien, en el supuesto de pegarse un zambombazo, de estrellarse con todo el equipo, se le podrían empezar a entornar las contraventanas de su futuro más próximo. Tanto en Moncloa como en Ferraz comienzan a asumir –eso sí, con la boca pequeña– que el desastre no es descartable. Las perspectivas cantan.

De manera, que desde las filas socialistas, que siguen sin dar con la tecla ni, tampoco, con la piedra filosofal que diera la vuelta a la hipotética ruina electiva, apuntan, como demérito de la derecha y a fin de erosionarla, que los populares pactarían con los ‘malísimos’ de VOX –si los números lo exigen–, para alcanzar de nuevo el poder. ¡Qué escándalo! ¡Y qué desvergüenza! ¡Dónde se ha visto tamaño despropósito! Ellos, tan puros y castos como el trigo sin moler, jamás lo harían. Eso sí, firmar con la radical Unidas Podemos, los separatistas de ERC o el blanqueado Bildu, es darle carta de naturaleza a una normalización política, social y progresista. Son los ‘buenos’. Los demás, unos ‘fachas’ y unos nostálgicos. Y unos ‘españolazos’ anclados.

Pues bien, que los de Pedro Sánchez salgan con esa majadería para ‘alertar’ a la opinión pública, a los votantes, de una factible avenencia entre los dos partidos de la ‘derechona’, denuncia una caradura de muchos bemoles. Una jeta descomunal. Si ese supuesto de alianzas se le presentara a Tudanca en otras trincheras, que no se prevé, pactaría con cualquiera que se le pusiera por delante sin preguntar procedencia. E incluso con el diablo. Y sumados a ese fleco la madre que le parió al vecino del quinto y el portero de la finca de al lado. Es la práctica habitual del actual PSOE, de la que reniegan particularmente destacados militantes y ex militantes.

Y otro ‘error’ –y no de bulto– que vienen cometiendo las izquierdas –aquí se suman los medios de comunicación afectos a la progresía–, es rajar mal y a machamartillo de VOX. Los altavoces, a todo volumen. Al máximo. Y no importa llegar al ultraje. En contrapunto y cual efecto búmeran –que ya lo deberían saber– se les está volviendo en contra cada vez que abren la boca para desacreditar a la organización de Abascal. Les hacen la campaña gratis. Por la ‘filó’. Y la muchachada verde y rojigualda, que se incrementa día a día, se regocija y toca las palmas. Cuanto peor, mejor. Más votos a la faltriquera. Ocurrió en Andalucía. Y en Madrid. Y, según las encuestas, puede ocurrir en Castilla y León.