'Alcorconazo' para despedir el sueño

Los bercianos se quedaron a un gol del 'play off'

Alejandro Cardenal
07/06/2015
 Actualizado a 17/09/2019
El capitán de la Deportiva Yuri, cabizabajo en el césped tras el final del partido ante el Alcorcón. | CÉSAR SÁNCHEZ
El capitán de la Deportiva Yuri, cabizabajo en el césped tras el final del partido ante el Alcorcón. | CÉSAR SÁNCHEZ
Decía Manolo Díaz que el de ayer era un partido para jugar con cabeza, recordando aquello de que hasta el rabo todo es toro y que hasta el minuto noventa podía pasar de todo. No pudo estar más acertado el madrileño, que predijo a la perfección la montaña rusa en la que se convirtió la última jornada de la Liga Adelante.

El partido, menos fútbol, tuvo de todo. El Alcorcón, emulando al Lugo de hace dos temporadas, planteó un partido muy rocoso a una Ponferradina que no se supo adaptar y acabó buscando un juego que no es el suyo; desplazamientos largos que no conducían a nada. Ante la falta de ideas la emoción la pusieron los goles y el árbitro, muy protestado por negarle a la Deportiva la piedad que sí mostró por los alfareros.
Yuri empató rápidamente el tanto de David Rodríguez, pero la deseada remontada que colocara a los bercianos en la sexta plaza nunca se produjo. Infante dispuso de una clarísima ocasión en el descuento,pero el partido terminó en tablas y el ‘playoff’ volvió a escaparse cuando más cerca estaba.

Once ambicioso


Lejos de salir a especular, Manolo Díaz apostaba por el once más ofensivo que le permitían las lesiones, con Rubén Sobrino ocupando la banda izquierda que Tete y el renqueante Pablo Infante dejaron huérfana y Yuri como punta de lanza.
Con el Toralín lleno hasta la bandera, la tarde no podía comenzar mejor. No habían pasado ni cinco minutos desde que el trencilla decretara el comienzo del choque cuando el coliseo berciano cantó el primer gol de la tarde. No fue Yuri, Acorán ni Berrocal sino Chuli el encargado de desatar la locura de un estadio que celebraba como suyo el tanto del Leganés ante el Zaragoza.

El gol, lejos de suponer un estímulo, contribuyó a que florecieran los nervios en los blanquiazules, erráticos con el balón en los pies y sufriendo mucho con balones colgados al área. El primer susto serio llegaba con el remate al palo de Máyor, pero serían los once metros los que darían la vuelta a la tortilla.

Dos penaltis se pitaban con apenas un par de minutos de diferencia, ambos a favor de los visitantes y ambos bastante dudosos. Cuando El Toralín empezaba a murmurar consciente del tanto de William José en Butarque, Munuera Montero reclamó para sí la cuota de protagonismo que acostumbra a tener en cada partido, señalizando pena máxima en un rifi rafe entre Alan y Máyor cuando el alfarero estaba a años luz de llegar a un balón que ya se perdía mansamente por la línea de fondo. David Rodríguez no perdonaba y las 8.000 almas que abarrotaban las gradas del coliseo berciano callaban... hasta que las despertó Yuri.

Al brasileño le han llamado de todo. Vago, egoísta, chupón... pero tiene el don de estar siempre cuando y donde lo necesitan. El capitán blanquiazul se echaba al equipo a la espalda y espantaba el desánimo con ungran gol tras un disparo desde la frontal que se colaba junto al palo haciendo estéril el vuelo sin motor de Ismael Falcón.
Si en Butarque la primera parte dejaba otros dos goles, uno para cada equipo, la ‘intensidad’ del Alcorcón impedía a los de Manolo Díaz dar continuidad a los buenos minutos tras el empate y al descanso se llegaba con un 1-1 que de no servía para meter presión a un Zaragoza que tampoco daba la talla.

Poco cambio la historia en los primeros compases de la reanudación. Con Acorán anulado gracias a la complicidad de Munuera, los de Bordalás, comandados por un Máyor disfrazado de Van Basten, dominaban el choque sin sufrir.

Tocaba mover ficha y Díaz daba entrada a Infante, con la esperanza de que el burgalés aportara la pausa y la lucidez entre líneas que habían echado de menos los blanquiazules durante la primera hora de encuentro.

A pesar de la salida del extremo, fue Yuri el que más cerca estuvo de encontrar la gloria con un cabezazo que se marchaba solo unos centímetros por encima del larguero. Otra vez el brasileño encendía la mecha y la Deportiva se venía arriba arrinconando en su área a un conjunto alfarero que salía con peligro al contragolpe.

Pasaban los minutos y el tanto no llegaba. Sin gasolina en las piernas era el turno de la épica. Ya no había esquemas ni estrategias. Alberto Aguilar, héroe en El Sardinero, hacía la de Pique y Alexanco y terminaba el partido de delantero.

Hasta el último segundo lo intentaron los bercianos, pero la sexta plaza se estrelló en las manos de Ismael Falcón. El tiempo se detenía en el minuto 91. Infante, recogía un balón suelto en la frontal y entraba en el área tras zafarse de dos defensas, pero su disparo, muy centrado, lo atajaba sin problemas el cancerbero visitante y el partido moría con tablas (1-1) en el marcador, lo que mete en el ‘playoff’ al Zaragoza a pesar de que los maños tampoco lograron pasar del empate en su visita a Butarque.
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