Alas para ganarse el interés del público lector

Marina Díez es una de las dos partes responsables del novísimo proyecto Mariposa Ediciones, que hace apenas unos días cumplió un año de vida a lo grande, celebrando en Sopeña de Curueño –donde la editora tiene sus raíces– el segundo encuentro literario Coronio

Mercedes G. Rojo
01/09/2020
 Actualizado a 01/09/2020
La escritora y editora Marina Díez. | MAURICIO PEÑA
La escritora y editora Marina Díez. | MAURICIO PEÑA
«... vemos la edición como un proceso de metamorfosis, desde que el manuscrito llega a nuestra oficina hasta que consigue volar majestuoso a las manos de nuestros lectores»
(Marina Díez.  De Mariposa Ediciones)

Es la benjamina de las editoras leonesas que hemos presentado a lo largo de este verano y gestiona también el sello editorial más joven de todos ellos. Hablamos de la escritora Marina Díez Fernández (León, 1985), una de las dos partes responsables del novísimo proyecto Mariposa Ediciones, que hace apenas unos días cumplió un año de vida a lo grande, celebrando en Sopeña de Curueño –lugar en el que Marina tiene sus raíces– el segundo encuentro literario Coronio, incluyendo este año la primera edición de un concurso con el mismo nombre, en el que no se conformaron con la edición del poemario ganador, sino que además apostaron por un accésit.

Marina Díez, que se considera ante todo una escritora que se define a sí misma como «una viajera incansable con mirada de niña a la que le fascina aprender a través de las letras», decide embarcarse en este mundo a través de su experiencia personal, tras cuatro libros autoeditados a sus espaldas, para tratar de evitar que otros pasen por las dificultades de edición que ella tuvo que pasar, especialmente quienes escriben poesía, un género que encuentra problemas en el sector editorial porque no vende tanto como otros géneros; para darle una oportunidad a quienes teniendo una obra de calidad no encuentran oportunidades para mostrarla en el mercado.

Y así nació Mariposa Ediciones, en colaboración con David Álvarez, quien se encarga «de la parte administrativa, las facturas, la gestión de eventos, las redes sociales» mientras que ella se dedica fundamentalmente «a la parte de edición, los autores, los borradores y la coordinación del equipo para que los libros salgan adelante». Eso sí, apoyados por «un gran equipo detrás, correctores, ilustradores, diseñador y maquetador que están tan locos como nosotros y que hacen que el proyecto tenga sentido», la única manera de poder sacar adelante los ya más de quince títulos que han visto la luz en este año de vida y los que se han visto retrasados a causa de la pandemia pero que conforman un intenso calendario cerrado ya hasta mayo, esperemos que con sus correspondientes presentaciones. Todos esos títulos están repartidos en una serie de colecciones que son la marca de identidad de una editorial joven pero con un proyecto a largo plazo muy elaborado y que ha surgido «para quedarse»; colecciones como ‘Especímenes interesantes y desconocidos de la poética ibérica’, con autores elegidos minuciosamente por la propia editora, con una particular personalidad tanto en su escritura como en su presencia y que elige como «interesantes joyas de la poesía»; 'Mután', su apuesta por jóvenes promesas del panorama literario, con especial atención a las de la cantera leonesa; ‘Mulieris’, cuya intención es visibilizar más lo que hace la mujer en el mundo de la literatura porque «no está todo hecho aún, por mucho que nos intenten decir lo contrario»; ‘Llariega’, una línea dedicada a autores leoneses o de gran relación con la provincia y que «debieran ser conocidos más allá de nuestras fronteras»; ‘Estro’, dedicada una poética más convencional y ‘Plenero’, esta última surgida para dar una segunda oportunidad a libros que, habiendo sido ganadores de certámenes literarios, no son fáciles de encontrar por los lectores.

Y entre los proyectos futuros que pronto verán la luz: una línea de novela más fresca y atrevida; la colección ‘Slam’, que pretende ir publicando a los ganadores de las de las poetry slam de Gijón, León y Avilés, de las que son patrocinadores; o ‘Cocatriz’, una colección infantil para la que ya tienen varios libros firmados con los que están comenzando a trabajar y que viene a ser el segundo paso en un proceso de animación lectora que, a través de «talleres para crear acciones maravillosas con los pequeños usuarios» intenta fomentar la lectura desde el principio.

Cada una de esas colecciones tiene su propia estética, que se adapta a la idea de la misma y a la personalidad de quienes participan en ellas, eso sí, buscando siempre combinar la calidad del contenido, el cómo están escritos los libros y lo que transmiten, con la forma de presentarlos. En este sentido, nos dice Marina: «como ‘friki’ de la edición que me considero, quería que los libros fueran de más calidad, que se pudieran leer más de una o dos veces sin que se les cayeran las hojas. Si haces bonito el envoltorio y trabajas duro, teniendo un buen contenido el libro debería venderse...».A los componentes de Mariposa Ediciones no hay nada que se les resista. Les importa mucho la cultura y la promoción de la literatura en nuestra sociedad y por ello tratan de llegar a todos los sectores y apoyarlos. Dicen que lo importante de lograr cosas es hacer que con ello mejore tu entorno. Y con esta idea, unida a la intención de hacerse eco de sus raíces y de lo que éstas pueden aportarnos culturalmente, presumen orgullosos de la publicación Para qué poetas, una «joya editorial creada para conmemorar el Día de la Poesía, con cincuenta y tres autores minuciosamente elegidos, con unas ilustraciones preciosas y papel vegetal que hacen que sea una pieza única». También se enorgullecen de la colección Coronio, un homenaje al valle del Curueño, que –como ya he dicho– supone una apuesta editorial creada a partir del certamen literario en la que iremos descubriendo a los sucesivos ganadores. En este recorrido por el panorama editorial que nos ofrece Mariposa Ediciones no podíamos dejar de prestar atención a un tema tan importante como es la presencia de la mujer en este mundo hasta ahora tan masculinizado. En este aspecto Marina Díez reconoce haberse encontrado en más de una ocasión con algún que otro problema de género que han sabido capear con éxito, y en sus colecciones y entre sus autores, la presencia femenina es manifiesta, con distintos enfoques, empezando por sus propias obras. Y así confiesa: «Crecí leyendo y siguiendo los pasos de Concha Espina o Clara Campoamor, apisonadoras del feminismo que lo hacían en una época donde no tenían las libertades y posibilidades que tenemos hoy. Alzo la voz con el problema, lo muestro al entorno sin tapujos y que se avergüence sobre ello quién lo haya hecho mal».Otro aspecto que no podíamos dejar pasar por alto es el de la distribución de las publicaciones, que todas las editoras han reconocido hasta ahora como el más arduo en todo el proceso, porque «hay muchos autores y muchos libros en el mercado intentando hacerse un hueco, lo que hoy es novedad en tres meses queda relegado al recuerdo». Es por ello que recurren a todos los ámbitos posibles para reforzar la presencia de sus libros en el mercado: una distribuidora, el trabajo comercial de David para colocar los libros en cuantas más librería mejor, tienda online y una fuerte presencia en redes sociales,…, todo para garantizar una gran facilidad a la hora de conseguir sus diferentes. Aunque también señala «el gran peso que tiene el autor en la propia venta de su libro. Las presentaciones, sus redes sociales lo cercano que sea con sus lectores y su entorno inmediato, hacen que la venta de la obra sea más fluida», y considera que en este proceso de distribución «el boca a boca y un lector satisfecho vende más que una cara campaña publicitaria en los medios». Y como de lo que se trata es fundamentalmente de crear lectores, además de la «clara apuesta por libros (en papel) de gran calidad, estamos trabajando en pasar todas nuestras colecciones a ebook, para llegar a más público. Poco a poco, que la paciencia y el buen hacer son las claves para llegar a buen puerto».También ésta la relación con las instituciones. En este sentido se declaran sus colaboradores desde el principio –pues «no dejan de ser una ayuda a la cultura en nuestra sociedad»– a través de la realización de talleres y otros proyectos, algunos de los cuales han visto frenada su realización por culpa de la pandemia; proyectos que pretenden desarrollar tanto en León ciudad como en la provincia. Y si bien agradecen la colaboración de las mismas a la hora de ceder espacios para sus presentaciones, también reclaman un poco más de sentido común a la hora de repartir los fondos o partidas destinados a distintos proyectos en liza; que no se repartan éstos en función del colectivo que lo reclame si no en función de la buena elaboración de los proyectos y de su repercusión real en el entorno, «no para satisfacer el ego de unos pocos». Y revisar criterios: «no es lógico que por talleres trimestrales con gran acogida de usuarios se pague lo mismo que por un único cuentacuentos o evento, por muy famosa que sea la persona. (Es necesaria) una distribución de recursos más lógica».

Queremos terminar este acercamiento a Mariposa Ediciones haciendo alusión a algo tan importante como es la ubicación de la empresa, precisamente porque somos conscientes de que no solo Marina y David como responsables de la misma sino gran parte del equipo que tienen detrás y con el que cuentan es gente muy joven que pretende asentarse laboralmente en nuestra/su propia tierra. «Nuestra idea es vivir aquí, buscarnos un futuro trabajando en esto que tanto nos apasiona, y crecer. Actualmente, en la era de la comunicación, no vemos que sea complicado o que tenga algún inconveniente crear nuestra empresa aquí, al contrario, casi lo agradecemos. De hecho, si continuamos con nuestro proyecto tal y como está concebido no necesitamos de una sede física aunque la tengamos, podemos trabajar desde cualquier parte, y no hay mejores lugares que Sariegos o Sopeña. (También) tenemos autores que viven en el mundo rural y desarrollan desde allí sus obras; nosotros mismos estamos la mayoría del tiempo en el mismo. Todo lo que económicamente aporte movimiento al entorno inmediato es bueno, y visibilizarlo y movilizarlo como hacemos desde la editorial también es una pequeña aportación, más que necesaria, además».

«Afortunadamente el trabajo bien hecho, la paciencia y la ilusión que ponemos a cada uno de nuestros proyectos van dando su fruto», nos dicen. Esperamos que sea el suficiente para permitirles seguir viviendo en el lugar que desean, en nuestra provincia, y asentar población; que no tengamos que contarlos entre esos jóvenes, bien preparados y emprendedores, que tienen que irse de aquí para encontrar un futuro. Por ello cierro con una petición que nos lanza esta joven editora, y que sirve para ellos y para otros como ellos que también están haciendo importantes esfuerzos por salir adelante: «Animar a que la gente compre en sus librerías de confianza, porque de las ferias este año poco se podrá sacar, pues poco se sacaba ya antes, eran más bien un escaparate para hacernos visibles, un ¡eh, qué estamos aquí! Y, aún sin ferias, seguimos estando. Las personas continúan leyendo y sólo les pediría un poco de apoyo al mercado local (...). Porque, aunque seamos cultura, necesitamos cifras para seguir adelante».
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